En un despliegue verdaderamente inaudito, la ministra de Seguridad plantó cientos de agentes de tres fuerzas nacionales distintas y generó caos en el centro porteño, que rebalsa de efectivos armados. Nuevamente hubo represión e infiltrados.

Los cordones de agentes llegan hasta donde da la vista: el centro porteño es, otro miércoles más, un caos como consecuencia del inusitado despliegue de la Policía de la ministra Patricia Bullrich, quien hoy decidió mandar a la calle a tres fuerzas de seguridad nacionales con cientos y cientos de efectivos cada una para realizar una exagerada muestra de control y disciplina en las afueras del Congreso. Mientras tanto, la marcha de jubilados transcurre pacíficamente, pero las imágenes son elocuentes: hay cerca de veinte efectivos por persona. Increíble.

La Policía volvió a reprimir a los jubilados en el Congreso

Tras las dos movilizaciones masivas de las últimas semanas, una de ellas marcada por la brutal represión por parte de las Fuerzas de Seguridad, organizaciones realizan nuevamente su reclamo de los miércoles frente al anexo del Palacio Legislativo.

Comenzaron a tirar gas pimientas contra varias personas que se encontraban manifestándose pacíficamente en la vereda. También reprimieron una olla popular que se encontraba en las inmediaciones asistiendo a personas en situación de calle.

«Mirá cómo me dejaron. Me agarraron de punto, me persiguen por todos lados. Ya no se más donde estar. Voy a estar muerto en el cajón y me van a estar tirando gas pimienta. Son asesinos. Tengo una costilla fisurada por gendarmería y ahora me tiran gas pimienta en la vereda. Estábamos en la vereda cuando nos tiraron gas pimienta. Es terrorífico lo que hacen», manifestó un jubilado que ya había sido reprimido en otras marchas de los miércoles.

El mismo Infiltrado de siempre

El reconocido libertario infiltrado de todas las marchas anti-Milei, volvió a aparecer. Fue identificado y lo corrieron del lugar.

Iván Cheang, militante libertario, fue nuevamente descubierto en la marcha de jubilados, esta vez «escondido detrás de la Prefectura». Ante las críticas, justificó su presencia diciendo: «No vengo a provocar, vengo a ayudar. En la mochila tengo el kit de primeros auxilios por si hay algún descompensado».

Los reclamos

La marcha es, como todos los miércoles, a las 17 al anexo del Congreso. «Por restitución de los medicamentos y de la atención en PAMI y en las obras sociales provinciales, ampliación de los listados, atención integral, suministro de insumos y nombramiento de cuidadores», indicó el Plenario, que pidió que haya «elección inmediata de la dirección de trabajadores y jubilados» en la obra social.

«Con la caída de la ley de moratoria nadie va a poder jubilarse», indicó en un comunicado el Plenario de Trabajadores Jubilados, una de las organizaciones que convocan.

Además, en el comunicado los jubilados rechazaron el «vaciamiento de la Anses», y añadieron: «No al uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para la especulación financiera, monetaria, bursátil o para pago al FMI».

El centro porteño se volvió un caos y el exagerado plan de Bullrich para aparentar entereza y control desbalanceó la actividad policial en la Ciudad, ya que terminaron faltando efectivos donde eran necesarios y sobraron cientos frente al Congreso en una marcha pacífica. Para peor, con el pasar de las horas las fuerzas de seguridad invadieron las calles y cortaron el tránsito vehicular, que era justamente lo que en teoría iban a evitar.

Los jubilados son uno de los sectores más afectados por las políticas económicas de Javier Milei. Distintos economistas señalaron que el sector representa el 35% del ajuste libertario mediante el congelamiento de las jubilaciones y la quita de medicamentos gratuitos. En ese marco este domingo han recibido ataque con el fin de la moratoria previsional que el Gobierno nacional decidió no volver a prorrogar. (Diagonales – C5N)

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