Una mujer y su hijo fueron a una peluquería en la ciudad balnearia de Pinamar y gastaron 23.800 pesos. Ante semejante gasto, en las últimas horas tomaron la decisión de difundir en las redes sociales -a modo de queja- el ticket de compra donde se especifica los procedimientos que se realizaron. A su vez, el dueño del lugar se defendió ante los cuestionamientos y justificó la cifra.
“Estuvo como cuatro horas en el salón. Llegó a ese número por la cantidad de situaciones que pasó”, explicaron desde la peluquería sobre el episodio ocurrido a mediados de enero.
En la boleta que la mujer publicó en sus redes sociales se pueden ver los precios de cada ítem que le cobraron: 7.800 pesos por reflejos, otros 7.800 de iluminación, 900 pesos por el lavado, 1.400 pesos por el servicio de manicuría, 1.400 el corte y 700 pesos el peinado. Además, incluye “trabajos técnicos” por 4.100 pesos. El monto final fue de 23.800 pesos.
El posteo se llenó de comentarios que destrozaban a la peluquería por cobrar “precios exorbitantes” y otros planteaban que los clientes debían haber corroborado los costos del servicio que iban a pedir.
La palabra del dueño de la peluquería
Jessicaleo es la peluquería en cuestión y su dueño explicó el motivo del numeroso monto: “Era un varón que entró con su mamá. Su mamá se fue y quedó el chico acá haciéndose una decoloración”.
Sostuvo que “todo eso tiene un costo” y aseguró que el joven había pasado alrededor de cuatro horas en el salón.
Según la versión del dueño del salón, el chico se sometió a varios procesos para cambiar el look: no solo se realizó tintura, sino también peinado, corte y manicuría. “Llegó a ese número por la cantidad de situaciones que pasó”, indicó.
Y agregó: “Tenía el cabello castaño y quería llegar a un rubio claro, casi blanco. Se requiere de dos decoloraciones para llegar a un tono nivel 9 y poder hacer un matiz platinado”.
Por su parte, otro encargado del local dijo que “los precios están en la puerta y la gente ya cuando entra sabe lo que va a pagar”.