El expresidente queda hoy confirmado como candidato único en las elecciones internas de su partido. De fondo está la crisis existencial de los amarillos, su relación con el libertario y la disputa subterránea hacia 2025. El factor Bullrich y la rosca por la vicepresidencia.
“Mauricio va a volver a centralizar. El PRO va a volver a ser verticalista como era al comienzo”. El panorama que trazó un operador amarillo ayer cuando caída la tarde revela el sentido que tendrá la noticia que se confirmará este martes: Mauricio Macri vuelve a la conducción formal de su partido para tener con qué negociar mejor frente a un Javier Milei que le aspiró el capital electoral en las últimas elecciones y que está dispuesto a revalidar el año que viene.
En los hechos Macri no asume hoy nuevamente la presidencia del PRO sino que se confirma que quedará como único candidato –vence el plazo formal para la presentación de listas– para las elecciones internas que tienen fecha para el 2 de junio.
Macri vuelve a la cabeza de su fuerza política luego del corrimiento de Horacio Rodríguez Larreta tras su dura derrota en las PASO y a la decisión de Patricia Bullrich de sumarse al gabinete libertario como ministra de Seguridad. Sin rivales que le hagan sombra, el ascenso del exmandatario igualmente tiene una trama de negociaciones y disputas internas.
En ese sentido cobra interés quiénes terminarán acompañando a Macri en la lista de unidad amarilla como vicepresidentes o en el órgano de la Asamblea Nacional. También delatan cómo la escudería amarilla está transitando su crisis de identidad ante el fenómeno libertario. Si finalmente hay una fusión política LLA-PRO –que ya la hay en los hechos–, la estructura partidaria del macrismo puede ser una importante prenda de negociación con el oficialismo, que ganó las elecciones nacionales sin una base de sustentación territorial.
Milei no tiene ni gobernadores ni intendentes que se le respondan y su alianza electoral se compuso de un sinfín de sellos partidarios. Sí existe un canal de diálogo permanente Macri-Milei, que en las últimas semanas se corporizó en Olivos, confirmó este medio. Trascendió que en ese cónclave a principio de marzo tuvo más protagonismo Karina Milei, publicó este domingo el diario La Nación.
El exmandatario se presentó ante el entorno del jefe de Estado como parte de una hoja de ruta propia en la que aspira a tener protagonismo político. No es lo mismo para Macri salir a hablar del Gobierno y sus medidas solo como expresidente sino también como jefe –en los papeles– del principal aliado del oficialismo. En el Congreso los amarillos ya se mueven en tándem con los violetas. Las dos votaciones importantes que hubo –ley ómnibus en Diputados y DNU en el Senado– no sólo votaron como oficialistas sino que se defendieron a Milei con más virulencia que los propios legisladores de LLA.