La singularidad de la premisa responde a la variación del clima, intermitente, que oscila entre días cálidos, fríos y lluviosos. En este escenario, el mosquito vector de hábitos domiciliarios, prolifera. Sin Aedes aegypti no hay dengue. El compromiso para erradicarlo es de todos.
Con la llegada del otoño y del invierno se puede pensar que el mosquito del dengue podría desaparecer ante la baja de las temperaturas. Sin embargo, especialistas advierten que los huevos del Aedes aegypti pueden sobrevivir. De allí que es fundamental extremar las recomendaciones, sobre todo la limpieza de las superficies y recipientes que retienen agua, donde el mosquito se reproduce.
En esta época del año, las hembras colocan los huevos que se mantienen viables en invierno, hasta la primavera, por más que la temperatura sea bajo cero. Con la llegada de la primavera, esos huevos se activan en un ambiente con agua suficiente para que se desarrollen las larvas y continúe con el ciclo de reproducción.
En el caso de Argentina, además de las lluvias, favorecen los veranos más largos y los inviernos más cortos, en el marco de ese cambio climático global.
Por eso, en el contexto climático oscilante de climas cálidos y fríos, el Ministerio de Salud de Entre Ríos insta a no bajar la guardia respecto al dengue. La clave es la prevención, por eso, en invierno, es momento de controlar los huevos, a través de la limpieza de recipientes y la eliminación de cualquier elemento que pueda retener agua.
Desde el área de Zoonosis manifestaron que el dengue llegó para quedarse. No se termina con el frío. Incluso, en provincias como Entre Ríos, no se registran temperaturas por debajo de 12 grados, que es el rango necesario para que los mosquitos y larvas desaparezcan.
«El cambio climático y el Fenómeno El Niño, inciden en el ciclo reproductivo y la proliferación del vector», indicó el responsable del programa provincial de Zoonosis y Vectores, Jerónimo Garcilazo Amatti. Es por ello que más allá de la estacionalidad, se recomienda extremar las recomendaciones todo el año: descacharrizar, limpiar recipientes de uso habitual como bebederos de mascotas y floreros; utilizar insecticidas y repelentes; colocar mallas mosquiteras en puertas y ventanas».
«El Aedes aegypti está cómodo en temperaturas templadas: ni frío ni calor extremo», explicó Amatti. En este sentido, acotó que «el vector se resguarda entre la vegetación, las plantas, los lugares frescos y oscuros, como pueden ser los patios o dentro del domicilio».
Por otra parte, hay que tener en cuenta que «si bien los ciclos se aceleran en el verano, las temperaturas otoñales también son las adecuadas para su reproducción y para su ciclo vital», agregó.
El mosquito busca alimentarse en las primeras horas de la mañana y al atardecer. Hay que recordar que el foco tiene que estar en eliminar los cúmulos de agua donde el mosquito deposita los huevos (que pueden llegar a sobrevivir de un año hasta año y medio), y donde se desarrollan las larvas.
Es fundamental eliminar los recipientes con agua, sin ella no subsiste ni prospera la larva, y limpiarlos adecuadamente si se requiere su uso.
«El Aedes aegypti tiene dos ciclos, uno acuático en su etapa de huevo y larva y otro aéreo, como mosquito adulto. Las medidas de cuidado deben sostenerse todo el año porque a partir del cambio climático, los inviernos no son sostenidos», afirmó el especialista. En este sentido, es importante generar el hábito de una vez a la semana, llueva o no, controlar el interior y exterior del domicilio, para limpiar posibles criaderos de mosquitos.
El riesgo es permanente y la mejor prevención es comprometerse con la limpieza de nuestras casas y ámbitos de trabajo. «El mosquito va a querer, siempre, protegerse del frío y alimentarse, en cada uno de nosotros está la posibilidad de no darle lugar, además de usar repelente, insecticidas y mosquiteros», recordó Garcilazo Amatti.
Finalmente, subrayó: «Tenemos que adaptarnos a sostener las medidas de prevención durante todo el año, como también el compromiso de seguir descacharrizando en otoño e invierno».
Datos
La última actualización epidemiológica provincial refleja que del 14 al 20 de abril se reportaron en el sistema de carga de datos 2.072 nuevos casos de dengue, de los cuales 739 tuvieron inicio de síntomas en la última semana.
Asimismo, desde la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud de Entre Ríos se recordó que el pico de contagios, según fecha de notificación, ocurrió en la semana epidemiológica 12 (que tuvo lugar del 17 al 23 de marzo). Desde entonces la cantidad de contagios se ha mantenido estable, presentando incluso un leve descenso.
El Monitor (https://www.entrerios.gov.ar/msalud/monitorcovid-19/monitor_pub_arbovirus.html) permite observar que en el período comprendido entre el 1 de agosto de 2023 al 21 de abril de 2024, la provincia registra un total acumulado de 16.131 casos notificados. En el mismo lapso se han producido 840 internaciones, de las cuales 91 tuvieron lugar en la última semana.