A pesar de que el presidente Javier Milei no termine de entender la situación de hambre que atraviesa el país que gobierna, todas la noches cientos de personas van a pedir comida a la Plaza de Mayo. Milei no la ve.

La situación del país es realmente vergonzosa. Javier Milei ha hecho escalar la pobreza al 55% según la Universidad Católica Argentina y todos los días hay miles de argentinos que caen en la pobreza o la indigencia.
Ahora también debió abrir sus puertas la Catedral Metropolitana para colocar mesas y más tablones para servir alimentos en su interior.

Tan es así que la Red Solidaria organiza desde hace un tiempo un comedor a cielo abierto en la Plaza de Mayo, a tan solo metros del despacho del mandatario que parece no haber acusado recibo de esta situación.
Según comentaron los organizadores, estas entregas de alimentos, principalmente para chicos y ancianos estaba pensado para alimentar a una 100 personas por noche pero ya le están dando de comer a unas 300 personas, todos las tardes.

Mientras tanto el Presidente se divierte en redes sociales o amenazando a otros poderes del Estado de no respetar sus decisiones.
«Cada vez se va incrementando la cantidad de gente que viene a comer», asegura uno de los colaboradores.
«El crecimiento de la cantidad de gente que no tiene recursos es muy demandante», afirma y asegura que en su barrio Ciudad Oculta, la situación es igual.

Todos los miércoles, cientos de personas en su mayoría, familias con niños pequeños, concurren a Plaza de Mayo, frente a las puertas de la Casa Rosada a comer y también a colaborar con la alimentación de la gente.