Mientras evalúa qué hacer los decretos de prohibición de despidos y doble indemnización que ampararon a los y las trabajadoras durante la pandemia, la cartera laboral define el plan 2022 con eje en programas de empleo en detrimento de políticas de asistencia económica a empresas.
Uno de los temas principales que ocupa la agenda del Ministerio de Trabajo tiene fecha límite: el 31 de diciembre, día del vencimiento de los decretos de prohibición de despidos y doble indemnización que ampararon a los y las trabajadoras durante la pandemia. En tanto esperan los resultados procesados de la EPH para tomar definiciones concretas, la cartera laboral define el plan 2022 con eje en programas de empleo en detrimento de políticas de asistencia económica a empresas .
En el Ministerio están a la espera de los datos procesados de la Encuesta Permanente de Hogares referidos al mercado de trabajo, que se publicará el lunes próximo, para evaluar las distintas alternativas en torno a la continuidad o no de los decretos. Si bien insisten en que las medidas se tomaron en un contexto extraordinario y no fueron para nada pensadas como políticas de empleo a largo plazo, las cifras de desempleo, actividad y población económicamente activa serán las que determinen la marcha de ambos decretos.
Asimismo, descartan que el fin de los mismos pudiera implicar una corriente de despidos. Por el contrario, el propio ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó que muchos empresarios le admitieron que en un principio renegaban de la medida pero, con el resultado concreto de la iniciativa oficial, le plantearon que si hubieran despedido personal, debería haberlos recontratado con todo el gasto que ello implica y «hoy no podrían volver a estar trabajando”.
Plan 2022
Una vez definido este punto, la cartera laboral desarrollará el camino trazado en el Presupuesto 2022: asignar menor partida presupuestaria a las políticas de asistencia a empresas, como el Programa de Recuperación Productiva (Repro), y a la vez aumentarla para los programas de creación de empleo, ya sea vía formación, intermediaciones o mediante incentivos a la contratación de poblaciones específicas.
El Repro funcionó como una herramienta para sostener el empleo en sectores con dificultades económicas a través de la asignación de una suma de dinero fija que se paga a los trabajadores y trabajadoras, a cuenta de las remuneraciones a cargo de empleadores. Comenzó siendo de 9000 pesos, aumentó a 12.000 para determinados sectores y actualmente se encuentra en 3000 pesos, dando una clara señal de la propuesta de salida lenta del programa por parte del Ministerio de Trabajo.
El eje de 2022 estará puesto en los programas de empleo priorizando los Programas de Inserción Laboral (PIL), Te Sumo y el Portal Empleo. La percepción del Poder Ejecutivo en su relación cotidiana con las empresas es que una de las principales demandas del sector privado es la de recursos humanos capacitados en oficios, como los gráficos, textiles, marroquinería y hasta minería.
Al mismo tiempo, y en consonancia con una de las consignas que más se escucharon estos últimos meses desde la Casa Rosada de «convertir los planes sociales en trabajo», se destinará gran parte de los recursos de la cartera al PIL-Potenciar Trabajo que brinda ayuda económica para cubrir parte del salario a las empresas que contraten a trabajadores que pertenezcan a algunos de los programas del Ministerio de Desarrollo Social.
En el Ministerio dicen que Moroni es consciente de que no se podrán crear 1,1 millones de puestos de trabajo en forma inmediata, la estrategia es abordarlos por sectores: comenzaron por los trabajadores temporarios del sector agrario y agroindustrial, siguieron por la construcción y se lanzará la próxima semana un acuerdo similar para gastronómicos. Más adelante les tocará a los textiles.
Finalmente, se encuentra el objetivo de potenciar el Portal Empleo. Si bien la incidencia aún es poco significativa, en el Ministerio pretenden consolidarlo como un eficiente intermediario laboral.
Fuente: Página 12