La gestión de Javier Milei lleva adelante un programa de achique en el Estado que alcanza a la empresa de logística y correspondencia. Despidos, retiros voluntarios, pueblos enteros aislados

En la localidad de Corcovado, en el departamento Futaleufú de la provincia de Chubut, un hombre llora todos los días. Se llama Javier Villoldo, tiene 52 años y durante 27 fue empleado del Correo Argentino. En abril lo echaron del trabajo. Era el único de su sucursal. Ahora espera que lo echen de la casa donde vive, porque es del Correo.

Villoldo está angustiado. No entiende la decisión, por qué a él y a esta altura de su vida. Dice que hizo trabajo de hormiga, que empezó a los 25 años, en 1997, y que desde ese entonces no paró de trabajar. Que pasó por todas las funciones: fue cartero, ventanillero y hasta hizo relevos como tesorero. Se ocupó de la limpieza, de las tareas de maestranza y mantenimiento, de la atención al público y de asuntos administrativos. Cubrió licencias de los jefes de las sucursales unipersonales, como la que él administraba, y nunca sacó una carpeta o cometió una infracción. Aquel día de abril lo llamaron por teléfono y le informaron que había sido desvinculado de la empresa. Todavía no lo puede creer. Repasa la secuencia una y otra vez. Se agota.

Desde que Javier Milei asumió como presidente de la Nación impulsó la privatización del Correo Argentino. Esto se incluyó en el proyecto de ley Bases, pero por una negociación entre el Gobierno y los legisladores para su aprobación el Correo fue eliminado del listado de empresas que pueden ser privatizadas, junto con Aerolíneas Argentinas y los medios públicos. Mientras tanto, durante estos seis meses de gestión, se llevó adelante un plan de reestructuración de la compañía estatal que constó de retiros voluntarios y despidos.

En el Correo Argentino dicen a elDiarioAR que “el 24 de mayo concluyó el programa de retiros voluntarios que el Correo puso a disposición de todos sus empleados”, que “de los 16.892 trabajadores, unos 4.000 se acogieron a este mecanismo que incluye jubilaciones anticipadas o el pago de indemnizaciones más un 30%” y que “hubo, además, 377 despidos a personas que tenían sumarios o registraban incumplimientos”.

Agregan que “en la actualidad, el Correo cuenta con 1.452 sucursales en todas las provincias” y que se proponen llevar a cabo un “nuevo modelo de optimización de la red” con el que se alcanzarán “aproximadamente 5.000 puntos de recepción y distribución, a través de la incorporación de nuevos puntos de atención llamados Puntos Correo”.

Se trata de postas “de recepción y distribución en formato stand, instalados en librerías, estaciones de servicio y oficinas estatales”, entre otros. El objetivo detrás es “lograr una mayor capilaridad en todo el país” y así afrontar “con más herramientas la obligación de prestar el servicio básico universal, que es llegar a todo el territorio nacional, de manera frecuente y a un precio accesible”.

Neuquén, la primera provincia en inaugurar “Puntos Correo”

El 27 de junio, el Correo Argentino inauguró dos “Puntos Correo” en la localidad neuquina de Vista Alegre, de 3.178 habitantes. Son las primeras pruebas del proceso de “modernización” que quiere implementarse, aunque se hizo a la vieja usanza: con acto de apertura, funcionarios y fotos.

Entre otras autoridades, participaron la secretaria de gobierno de Vista Alegre Mónica Solorza, el gerente regional de la zona Sur Juan Pedro Servidio y referentes de las fuerzas vivas locales. El propósito, dijeron, es “lograr mayor cobertura en el alcance y atención” de los servicios.

Esos puntos serán replicados en distintas localidades de todo el país y persiguen como fin “ofrecer a los argentinos un servicio postal acorde a los mejores estándares internacionales, en términos de tiempos de entrega y alcance territorial, procurando, a su vez, lograr una empresa económicamente equilibrada”, informaron. (elDiarioAR)

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