Una boxeadora italiana se retiro a los 45 segundos de iniciada su pelea con una argelina «intersexual». El episodio reavivó la polémica sobre la igualdad de rendimiento entre mujeres y atletas transgéneros con cromosomas masculinos.
Los juegos de París se presentaron como los más «inclusivos de la historia». Y ya hubo polémicas de diverso tipo en la ceremonia inaugural. Pero este jueves, se dio la primera controversia dura en una competencia olímpica. La boxeadora italiana Angela Carini se retiró apenas 45 segundos de haber comenzado su pelea con la argelina Imane Khelif.
«No es justo, no es justo», repetía la boxeadora italiana para marcar que entre ambas hay una diferencia insalvable. La potencia de Khelif es mucho mayor porque tiene cromosomas masculinos. La polémica exige ahora una definición del COI – Comité Olímpico Internacional – porque Khelif fue declarada ganadora y seguirá compitiendo. Además, no es la única pugilistas con cromosomas «XY» (masculinos) admitidas en París 2024.
Angela Carini: «Nunca me pegaron tan fuerte»
La boxeadora italiana inició el combate y recibió una trompada directa en la cara en el medio del ring. Se fue a su rincón y le dijo a su entrenador que había recibido un golpe durísimo. Le preguntó si podía seguir, pero ella dijo que no.
«Soy dura y compito con vehemencia, pero nunca me pegaron tan fuerte», dijo Carini en una nota tras el combate que no fue. La italiana se arrodilló de bronca en la lona del cuadrilátero y se fue negándole el saludo a la argelina. Pero la polémica está planteada desde hace años en el deporte.
Ya en el mundial de boxeo en 2023, Imane Khelif quedó descalificada. En las pruebas genéticas su componente «XY» le impidió participar en la categoría femenina. Pero el COI tiene otros criterios y pese a esa situación, le permitió presentarse – no es la única – aunque en el ring, la diferencia fue insalvable.
El debate por las deportistas transgénero en los certámenes internacionales
El asunto de Khelif ha reavivado el debate tras el caso de Caster Semenya, la atleta sudafricana que acabó en los tribunales. El atletismo, el ciclismo, el rugby, el tenis y la natación han decidido frenar a las deportistas con niveles de testosterona superiores a un determinado valor.
Hubo casos de mujeres que se quejaron abiertamente ante sus federaciones deportivas porque la diferencia de musculatura hace inútil todo el esfuerzo desde jóvenes o niñas para poder competir y llegar a campeonatos mundiales o juegos Olímpicos.
Pero hay otras federaciones deportivas que son más flexibles, en algunos casos, con el examen de cromosomas y si se determina que una persona que se considera mujer como género, pero tiene cromosomas XY, debe someterse a un tratamiento hormonal para emparejar las potencias de su cuerpo. Pero la controversia está siempre a la vuelta de la esquina. Como en este caso del boxeo en París 2024.
El caso de Caster Semenya, un antes y un después
La atleta sudafricana, por su aspecto, siempre tuvo que enfrentar burlas y discriminaciones. Muchos decían que en realidad se trataba de un hombre compitiendo entre mujeres. Ella llevó su caso al tribunal deportivo internacional. Se le hizo una prueba genética y resultó que tenía niveles de testosterona tres veces superior a la media de las mujeres. Pero ella siguió su lucha judicial para demostrar que era una mujer. Incluso ofreció – desesperada y harta por la discriminación – exhibir públicamente sus genitales para que se pudiera comprobar que tenía vagina.
Semenya nació con una enfermedad genética llamada hiperandrogenismo, que se caracteriza por niveles más altos de lo habitual de testosterona, una hormona que aumenta la masa y la fuerza muscular y la capacidad del cuerpo para utilizar el oxígeno. Demostraron que la corredora no tenía útero ni ovarios, pero sí testículos internos, los órganos sexuales masculinos que producen testosterona y en su caso era a niveles muy elevados.
Pero logró revertir la prohibición inicial para correr pese a ser mujer. Acudió al tribunal después de que el TAS (el máximo tribunal en materia deportiva en el mundo) dictaminara que las regulaciones eran necesarias para los atletas con ese problema en carreras que van desde los 400 metros a la milla para garantizar una competencia justa.
Así, Semenya pudo competir en los juegos de Río de janeiro 2016 y consiguió la medalla de oro en los 800 metros llanos.
La polémica por atletas trans en Tokio 2020
Tokio 2020 marcó el hecho histórico con la participación de una mujer trans por primera vez. Laurel Hubbard, de Nueva Zelanda, compitió en levantamiento de pesas. Pero, finalmente, fue eliminada de la ronda final. El argumento fue que tenía una “ventaja injusta” frente a las mujeres cisgénero.
De Tokio 2020 a París 2024 las cosas cambiaron. En 2021, el COI dijo que esas «diferencias» no tienen un sustento científico para mantenerse y se propuso una amplia revisión para París. Las federaciones mundiales de distintas disciplinas deportivas mantienen reglas más estrictas dentro de su propio “Reglamento de Elegibilidad para la Clasificación Femenina de deportistas con diferencias de desarrollo sexual”. Son las Regulaciones DSD para determinar los niveles de testosterona y en que caso pueden y en cuales no pueden competir.
En París 2024 solo habrá atletas mujeres trans o como Khelif que asegura ser mujer, pero el análisis de cromosomas marca «XY» y algunas binarias atletismo y fútbol. Hay otra boxeadora que debe presentarse mañana.
Sobre la polémica de este jueves, el COI dijo que Imane Khelif pasó todos los controles requeridos a las mujeres. Así figura en su pasaporte y no había, por lo tanto, ningún problema para que compitiera.
Giorgia Meloni, en la polémica por las atletas trans
La primera ministra italiana, Georgia Meloni está en París por los JJ.OO. pero no pudo ver la pelea. Consultada por los periodistas italianos dijo que ya se opuso en 2021 cuando el COI cambió la normativa y la flexibilizó.
Y dejó una frase para alimentar esta polémica de París 2024: «Con estos niveles de testosterona, esta no es una competencia equitativa. No se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos en competiciones femeninas«