El creciente rechazo hacia las promociones digitales está ganando terreno entre los consumidores: el 62% asegura que la confianza es clave para decidir si interactúan con lo que reciben en línea.

Esta cifra refleja un problema en la relación entre usuarios y marcas que buscan captar su atención en un entorno cada vez más invadido por publicidad y estrategias de marketing.

De acuerdo al informe “Life Trends” de Accenture, un tercio de los usuarios experimentó fraudes digitales o encuentros con contenidos falsos en el último año, un dato que subraya la creciente preocupación por la fiabilidad de la tecnología. La inteligencia artificial generativa, al facilitar la creación de contenido que imita la realidad, ha intensificado esta confusión y puesto en jaque la confianza de los usuarios en plataformas digitales y en los mensajes de marcas que antes consideraban confiables.

Ezequiel Arslanian, líder de Accenture Song Hispanoamérica, explica que la confianza es hoy una barrera crucial para las compras en línea y la interacción de los consumidores con las marcas. Para Arslanian, las empresas deberán revisar su enfoque, abandonando las fórmulas invasivas y priorizando, en cambio, una relación más genuina con los usuarios, cimentada en la autenticidad y en el respeto a sus espacios y tiempos.

Cinco tendencias que marcarán el futuro de la interacción tecnológica

El estudio de Accenture detalla cinco tendencias clave en el uso de la tecnología, que plantean desafíos y oportunidades para las empresas. La primera señala la creciente inseguridad digital causada por el aumento de las estafas y contenidos engañosos. Este contexto exige que los usuarios se vuelvan cada vez más selectivos respecto a lo que ven y creen en línea. En segundo lugar, el acceso irrestricto a Internet y redes sociales influye en comportamientos extremos, especialmente entre los jóvenes, quienes experimentan cada vez más impactos negativos en su bienestar.

En tercer lugar, un 75% de los consumidores espera que las empresas adapten sus respuestas a las necesidades cambiantes de sus clientes de manera más ágil. La cuarta tendencia resalta cómo la inteligencia artificial generativa, que ya se integra en ámbitos laborales, obliga a los líderes a incentivar el trabajo colaborativo entre personas y tecnología. Finalmente, los consumidores buscan un balance entre el uso de la tecnología y experiencias reales de bienestar y conexión personal.

Las redes sociales y la identidad de los jóvenes: un vínculo complejo

Entre los jóvenes de 18 a 24 años, el impacto de las redes sociales en la identidad es notablemente mayor que entre los adultos mayores. Un 67% de la Generación Z y un 64% de los Millennials admite pasar más tiempo en línea de lo que quisiera, lo que sugiere una relación ambivalente con el entorno digital: una herramienta de conexión que también genera dependencia e, incluso, afecta el bienestar emocional.

Para abordar estos desafíos, expertos subrayan la necesidad de abrir debates y buscar regulaciones que protejan a los usuarios, en especial a los más jóvenes, frente a la exposición a contenidos potencialmente dañinos. Al mismo tiempo, las empresas y marcas deberán redefinir su rol en un mercado que reclama autenticidad y respeto por la privacidad.

Experiencias reales vs. digitales: una preferencia que resurge

El informe concluye con una tendencia alentadora: el 42% de las personas encuestadas afirmó que la mejor experiencia de la semana pasada fue en el mundo real, en contraste con solo un 15% que destacó una experiencia digital. Esta inclinación hacia momentos presenciales y de desconexión marca un cambio de paradigma. El interés en temas como la salud, el bienestar y la conexión con la naturaleza crece, reflejando un nuevo equilibrio que los consumidores buscan alcanzar, alejándose de la tecnología cuando esta se vuelve invasiva.

En síntesis, la saturación de contenidos en línea y el cuestionamiento a su autenticidad generan una transformación en la forma en que los consumidores de todas las edades perciben el mundo digital y sus vínculos con él. Para las marcas, la tarea es clara: adaptarse a esta demanda de mayor sinceridad y de experiencias que, lejos de saturar, contribuyan a un bienestar más integral.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *