Así lo determinó el Tribunal de Goya, que dictó esta mañana el veredicto. Mientras se leía la sentencia, tuvieron que echar a Cositorto de la sala porque interrumpía al juez. Los fundamentos se conocerán la próxima semana.
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Leonardo Cositorto fue declarado culpable por los delitos de asociación ilícita y estafa en su rol como CEO de Generación Zoe, según el Tribunal de Goya. También reconocieron delitos en Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista – su socio y mano derecha- y Lucas Damián Camelino, acusados de «asociación ilícita y estafas reiteradas en la modalidad de delito continuado en concurso real». Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina fueron declarados inocentes.
En medio de la audiencia, hubo un tenso cruce con Cositorto, que fue echado de la sala por interrumpir al juez. De acuerdo a los letrados Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte, Cositorto y los otros implicados declarados culpables «arman un aparato de estructura y de mentiras que no se ha probado. No se ha probado el esquema de inversiones que podrían sustentar la oferta y apariencia de solvencia que marcaban los Zoe». En ese camino, «no está documentado que existía el trading y de cuánto era. No hay nada que acredite inversiones existentes».
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Durante la lectura del fallo, el presidente del Tribunal, Ricardo Carbajal, manifestó que Cositorto se presentaba como un «empresario de alto nivel» pero que cae «por un bloqueo bancario» porque «ese dinero va a parar entre los implicados». La ostentación de su estilo de vida contribuía al engaño que, en palabras del tribunal, «era decirle al otro lo que quería escuchar».
«Está comprobado documentadamente que se instalaron en la localidad de Goya y que la asociación ilícita y el dolo por estafa existió desde el principio”, expresaron. Con detalles de cómo se constituyó la organización y el esquema de roles que sostenían para efectuar la estafa, Carbajal hace mención de un «grupo de WhatsApp» donde se mantenía esa estructura: «Se bombardeaba con información y se mantenía el engaño. El patrimonio volvía a constituirse cada vez hasta que en enero muchos no cobran, en febrero muchos menos y en marzo directamente nadie. La ausencia de inversiones es notoria».
En esa línea, Camelino fue el organizador de Zoe y el resto de los declarados culpables «son ejecutores. Salían a captar personas porque eran las tareas que le pidió Camelino».
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Para la querella y la fiscalía, Cositorto realizó una megaestafa piramidal impulsada desde Generación Zoe, junto con los otros cinco implicados, utilizando el mundo de las criptomonedas y el coaching financiero para atraer a más personas: «Los organizadores o jefes planificaron la oficina de la ciudad de Goya poniendo en marcha una estafa piramidal y, a través de herramientas de engaño, indujeron a error a los inversores«, argumentaron.
Son 98 los denunciantes que llevaron al empresario a la cárcel. De acuerdo a sus testimonios, el líder de Generación Zoe les prometía resultados económicos a cambio de dinero, pero no cumplió con sus promesas, dejándolos sin respuesta.