Un fuerte cruce de críticas se desató tras el discurso del embajador argentino en España, Wenceslao Bunge Saravia, durante un acto oficial en Cádiz por el 175.º aniversario de la muerte de José de San Martín. El diplomático cerró su intervención con una serie de consignas que incluyeron un inesperado “¡Viva el rey!”, lo que generó rechazo en redes sociales y entre sectores políticos, que lo consideraron un exabrupto fuera de lugar.

El homenaje, organizado por la embajada argentina, buscaba exaltar la figura del Libertador y su vínculo histórico con Cádiz. Sin embargo, el cierre del discurso terminó eclipsando el tono solemne de la ceremonia: “¡Viva la Argentina, viva San Martín, viva Cádiz, viva España, viva el rey, viva la libertad!”, exclamó Bunge Saravia, desatando una oleada de comentarios críticos.

En redes sociales, muchos usuarios señalaron la contradicción entre un acto que celebraba la independencia americana y un grito en favor de la monarquía española. “San Martín jamás habría gritado ‘viva el rey’”, cuestionaron algunos, mientras que otros lo calificaron de “insulto histórico” y “gesto de sumisión diplomática”.

Bunge Saravia es embajador desde el mes de mayo

Desde la embajada argentina se intentó matizar la polémica, destacando que el mensaje buscaba resaltar los lazos de hermandad entre ambos países. No obstante, la controversia ya había tomado volumen y puso en el centro de la escena al funcionario designado en mayo de este año, tras la salida de Roberto Bosch.

El episodio deja al embajador en el ojo de la tormenta y abre un debate sobre los límites del protocolo diplomático, la memoria histórica y la sensibilidad política en torno a figuras clave de la independencia argentina.

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