La derrota de Andrés Sabella en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER no es un episodio menor en la vida académica. Tampoco puede leerse como un simple traspié electoral dentro de un claustro docente. El resultado de este martes, con un 70% de votos en contra del rector y apenas un 30% de apoyo, se convirtió en un verdadero síntoma político: en el propio bastión de los contadores, el oficialismo peronista —que lleva en sus filas a Sabella, Guillermo Michel y Adán Bahl— sufrió una derrota histórica.

Cuando la universidad habla de política

Las universidades suelen ser un termómetro adelantado de lo que luego se traduce en el escenario político. El hecho de que más del 93% del padrón docente se haya movilizado, incluso bajo la lluvia, refleja que estaba en juego mucho más que una simple representación. Se puso en discusión la credibilidad de un rector que, al mismo tiempo, busca una banca en el Congreso. Y la comunidad universitaria, con su voto masivo, le dio la espalda.

La contradicción de Sabella

El reclamo ético que elevan los estudiantes de la Federación Universitaria de Entre Ríos y del Movimiento Nacional Reformista no es un detalle menor. ¿Puede un rector conducir una universidad con legitimidad plena mientras hace campaña electoral? Esa tensión atraviesa hoy a la UNER y obliga a un debate que llegará al Consejo Superior el próximo 28 de agosto. El pedido de licencia no solo es un gesto administrativo: es una exigencia de coherencia institucional.

El mensaje hacia afuera

El resultado, más allá de los muros universitarios, repercute en la política provincial. El peronismo entrerriano buscaba mostrarse cohesionado con Michel, Bahl y Sabella en una misma boleta. Sin embargo, el golpe en Económicas evidencia fisuras y debilita la idea de fortaleza electoral. El revés no es anecdótico: ocurre en el terreno simbólico de la formación profesional que ha nutrido históricamente cuadros de poder en la provincia.

En definitiva, lo ocurrido en Ciencias Económicas es más que una elección interna: es un aviso político. El oficialismo creyó que la universidad era terreno seguro; el voto docente demostró lo contrario.

En la universidad de los contadores, el oficialismo terminó haciendo mal sus propias cuentas.

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