Una hoja de papel con un informe escrito. Un diagnóstico que dice: carcinoma de mama. Un instante en un consultorio médico.

La Paz en Rosa
Después de realizarse los estudios que le indicaron, ella está sentada frente a un profesional, esperando que diga lo que desea y evitar así esa situación que vive y que parece un sueño, casi irreal. La vida, bien o mal, le había dado muchas cosas y no esperaba a esta altura de sus años, encontrarse con este presente.
Del otro lado el médico trata de suavizar las palabras, aunque sabe en su interior que la honestidad es indispensable para lo que viene. Así se llega a ese momento donde todo parece detenerse. Segundos, dónde esa palabra cambiará todo y el impacto cayendo irreversible sobre su cuerpo tenso y sobre su mente en blanco.
Angustia, ansiedad, miedo y una lágrima que se desliza por ese rostro que pasa de la expectativa a la desazón. Ella es una de los 19.000 casos nuevos por año en argentina, de las 500 mujeres por año en Entre Ríos, y de las tantas sin registros oficiales público/privados, en el pueblo de La Paz.
Comenzamos a desandar el mes de octubre y en el calendario hay una fecha especial. Es el “Día de la lucha contra el cáncer de mama”. El Hospital 9 de Julio brinda actualmente, la posibilidad de realizar mamografías, ecografías mamarias y punciones diagnósticas de nódulos palpables y es por eso que desea compartir un mensaje con la comunidad. En el cáncer de mama, las acciones están destinadas a realizar un “diagnóstico precoz”.
¿Cuál es la importancia de realizarlo?
Mientras la detección temprana presenta una tasa de supervivencia del 90%, los casos avanzados ven esta cifra reducirse drásticamente al 28%. Estos números reflejan una realidad tangible en Argentina, donde el 35% de los casos se detectan en etapas iniciales, pero aún persiste un 25% de diagnósticos en fases tardías.
En tumores cercanos a 1 centímetro actualmente se puede hablar de curación y de allí la importancia de realizar los controles anualmente. Como sociedad toda, es un tema que nos “cuesta” abordar. Todavía nos da cierto temor decir la palabra “cáncer”.
Nos cuesta ubicarnos en la cotidianidad de la enfermedad. Más aún enfrentarla cuando se presenta en nuestro entorno. Necesitamos desarrollar empatía, no lástima. Hacer sentir que estamos al lado, no enviar buenos deseos. Abrazar, no escabullirse. Sostener, apuntalar y sobre todo brindar mucho amor.
En este mes de octubre, damos un mensaje desde la esperanza y buscamos que no sea solo algo técnico, sino movilizando desde las emociones. Se viene “La Paz en Rosa” y todos somos parte de esta construcción ciudadana. Salud pública…siempre.