El Gobierno argentino decidió retirar al país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando diferencias con su manejo de la pandemia de COVID-19. Ya se analiza la posibilidad de impulsar la nulidad del Decreto, debido a que la medida debe tratarse primeramente en el Congreso, aseguran juristas expertos en la materia. ¿Qué repercusiones comienzan a generarse?
El Gobierno argentino tomó la decisión de retirar la participación del país en la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un movimiento que ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional. Esta medida fue anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien explicó que la decisión responde a las «profundas diferencias» que mantiene la actual gestión con la conducción de la OMS durante la pandemia de COVID-19.
“Junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos estados”, declaró Adorni en una conferencia de prensa. En sus declaraciones, el vocero también subrayó que el Gobierno no permitirá que ningún organismo internacional intervenga en la soberanía de Argentina. “Mucho menos en nuestra salud”, agregó tajante.
Más tarde el propio presidente Javier Milei se expresó en redes sociales:
Las respuestas a la medida del presidente
Uno de los primeros en manifestarse al respecto fue el diputado nacional por el espacio de Elisa Carrió, la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro:
¿A DÓNDE NOS ESTAMOS YENDO?
Retirar a la Argentina de la OMS es solo el primer paso del plan de Milei para aislar al país del sistema internacional y de Naciones Unidas. Si el gobierno de Juntos por el Cambio tuvo como meta “volver al mundo” y reconstruir la confianza global en Argentina, esto va en la dirección opuesta. Milei nos lleva a su propio mundo: un pequeño club de amigos y líderes populistas, conducido por Trump a fuerza de látigo y aranceles. La cooperación y la articulación serán solo con quienes compartan su visión, dejando a la Argentina fuera de la cooperación multilateral en un mundo cada vez más globalizado e interconectado. No tiene sentido: creen que viven en el siglo XIX.
La salida de la Organización Mundial de la Salud tiene consecuencias directas sobre la salud pública y las condiciones sanitarias del país, indispensables para el desarrollo, el crecimiento y la inversión en Argentina:
1.Restricción de acceso al fondo rotatorio y estratégico, que permite la compra de insumos y tecnología sanitaria a menor costo (vacunas, tratamientos para VIH/SIDA, entre otros).
2.Suspensión del apoyo a programas de formación de recursos humanos en salud y de atención a enfermedades, salud mental y materno-infantil.
3.Pérdida de un ámbito de cooperación técnica para dar respuestas rápidas y coordinadas a crisis sanitarias.
4.Aislamiento de los profesionales de la salud argentinos, privándolos de acceso a la actualización y la toma de decisiones sobre estándares globales en salud y enfermedades.
Otro delos que expuso su punto de vista fue el Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak:
«Sin colaboración internacional y sin institución rectora se vuelve cada vez más complejo tener mejor salud en nuestro país. A los múltiples ajustes que realizó el gobierno nacional para con nuestro sistema de salud se suma la arbitraria decisión de retirar a Argentina de la OMS. Esto significa que:
-No tendríamos colaboración internacional para capacitaciones, información, estudios científicos y análisis de impactos epidemiológicos en las próximas epidemias y pandemias.
-Nos quedaríamos sin acceso a información y el apoyo financiero para estrategias de prevención y acción para las estrategias de inmunizaciones, enfermedades materno infantiles, crónicas no transmisibles, tuberculosis, VIH, ETS, dengue, entre muchas otras, reduciendo la capacidad de respuesta y monitoreo.
-Se perdería el estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como el INCUCAI, Malbran y la ANLIS. Esta situación traería la consecuencia de quedar fuera de las redes internacionales que mejoran nuestras prácticas.
-Además preocupa el financiamiento que recibe la OPS a través de la OMS, con el que entre otras cosas se realiza el fondo solidario de medicamentos, vacunas, insumos y tecnologías. Queda la duda si se verá afectado perdiendo la posibilidad de adquirir todo esto a menor costo.
Es una decisión que retrasa el lugar de la salud argentina en el mundo. Nos deja solos y desamparados para mejorar las estrategias sanitarias y transitar futuras complicaciones. Es una medida que al menos debería haber sido discutida en COFESA, con todos los ministros y ministras. Esto nos impacta de manera directa».
Otra advertencia importante que se hace por estas horas, luego de lo anunciado por el ejecutivo nacional, llega de Fundación Soberanía Sanitaria, la cual emitió un informe al respecto:
Para Argentina salir de la OMS y/o de la OPS tendría las siguientes consecuencias:
- Dejariamos de tener acceso al fondo rotatorio y estratégico que nos hace ahorrar millones en la compra de tecnologias e insumos sanitarios.
2.Se perdería el estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como el INCUCAI, Malbran y la ANLIS. Esta situación traería la consecuencia de quedar fuera de las redes internacionales que mejoran nuestras prácticas (Argentina posee una serie de centros colaboradores que trabajan en red con otros centros de otros países, fortaleciendo las capacidades propias y manteniendo al pais en altos estándares de calidad y reconocimiento internacional. Como ejemplo de esto, se podría perder el rol de los laboratorios especializados en argentina, en vigilancia internacional de agentes infecciosos.
- Podría llegar a desaparecer el Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional, lo que implicaría mayor dificultad para acceder a información en tiempo real sobre la circulación de agentes infecciosos y emergencias en salud pública.
- Desaparecería el apoyo a programas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil, vacunas, entre otros, lo que iría en detrimento a mediano plazo, en la calidad y sustentación de los mismos.
- Acabaría el apoyo a la estructuración de los servicios de salud y desarrollo de los recursos humanos en salud.
- Finalizaría la participación de funcionarios de salud y profesionales argentinos en las reuniones, proyectos, talleres y redes de trabajo internacionales, aislando a nuestro país de las actualizaciones en temas sanitarios y dificultando la financiación externa a programas y proyectos de salud que nos permitan una mayor calidad sanitaria.
- Si bien el acceso a la Biblioteca Virtual de Salud de la OPS/OMS es individual y no estaria restricto a los argentinos, el no contar con una oficina en el país, limitaria la difusión de los contenidos y acceso a cursos y capacitaciones que propician y que permiten formar profesionales sanitarios.
- Ante otra pandemia, no recibiremos cooperación, que implicaria la ausencia de apoyo técnico directo, de apoyo para compra de insumos y equipos, para la contratación de personal, entre otras posibles utilidades.
- Debilitaria el abordaje de enfermedades raras o desatendidas siendo que no sólo se recibe colaboración técnica sino en muchas ocasiones también donación de medicamentos huérfanos
- En caso de desastres naturales u ocasionados por el hombre, no podríamos contar con el apoyo de las unidades especializadas de emergencia de la OPS, debiendo organizarse, sin el apoyo de equipos técnicos de emergencia y/o respuesta rápida y logistica de insumos en salud.
- Perjudicaria a las provincias debilitando su capacidad técnica ya que también
Asimismo, desde la institución indicaron que la salida de la Argentina de la OMS provocaría la pérdida del estatus de Centros Colaboradores en laboratorios prestigiosos como el INCUCAI, Malbrán y la ANLIS. “Esta situación traería la consecuencia de quedar fuera de las redes internacionales que mejoran nuestras prácticas (Argentina posee una serie de centros colaboradores que trabajan en red con otros centros de otros países, fortaleciendo las capacidades propias y manteniendo al país en altos estándares de calidad y reconocimiento internacional”, fundamentaron.
Por otra parte, la Fundación advirtió que “podría llegar a desaparecer el Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional, lo que implicaría mayor dificultad para acceder a información en tiempo real sobre la circulación de agentes infecciosos y emergencias en salud pública”.
Respecto al apoyo económico que brindaba la OMS a distintos programas “de enfermedades transmisibles y no transmisibles, salud mental, materno infantil y de vacunas”, aseguraron que desaparecería la ayuda financiera tras la decisión del mandatario, “lo que iría en detrimento a mediano plazo, en la calidad y sustentación de los mismos”.
El organismo también dio su postura ante la llegada de una nueva pandemia, manifestando que, con la salida del país de la OMS, “no recibiremos cooperación, que implicaría la ausencia de apoyo técnico directo, de apoyo para compra de insumos y equipos, para la contratación de personal”.
“En caso de desastres naturales u ocasionados por el hombre, no podríamos contar con el apoyo de las unidades especializadas de emergencia de la OPS, debiendo organizarse, sin el apoyo de equipos técnicos de emergencia y/o respuesta rápida y logística de insumos en salud”, agregaron y finalizaron: “Perjudicaría a las provincias debilitando su capacidad técnica ya que también estos organismos internacionales articulan de manera subnacional”.
Otra opinión importante para este momento, la del ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, cuestionó la decisión del Gobierno de desvincular a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Los gérmenes no respetan fronteras, ideologías ni tipos de países”, afirmó esta mañana.
Según explicó el vocero Manuel Adorni, la decisión del Ejecutivo se basa en las profundas diferencias con la gestión sanitaria de la pandemia de coronavirus. Al respecto, el ministro porteño opinó que -sobre todo en períodos de brotes- es “muy importante” la coordinación sanitaria entre países, aunque admitió “dificultades” durante la crisis sanitaria iniciada en 2020.
“La OMS es el principal instrumento que tenemos. Por supuesto, no es perfecto, ha tenido dificultades para la coordinación en el período de la pandemia, pero necesitamos fortalecer las estructuras que nos ayudan a coordinar”, explicó, en declaraciones a El Observador.