El Gobierno dictó la conciliación obligatoria en el conflicto metalúrgico en medio de un paro de la UOM por 48 horas La intervención oficial se concretó tras una gestión insistente de tres cámaras empresarias para que el Ministerio de Trabajo impusiera una tregua en la disputa, que hasta este jueves también tenía en agenda otro paro por 72 horas entre el miércoles y el viernes de la semana que viene.
El conflicto escaló en tensión al cabo de cinco audiencias en la cartera laboral sin mayores avances en la paritaria de la actividad. Las medidas de fuerza de esta semana, que el secretario general del gremio, Abel Furlán, le adjudica de manera directa al Grupo Techint por su aparente influencia sobre el resto de las patronales en la paritaria, fue llevada adelante por «más del 90% de los trabajadores», precisó el dirigente. Se trata de una escalada sin precedentes en el último cuarto de siglo del mayor sindicato fabril de la Argentina.
La última reunión de negociaciones, con la presencia de las cámaras Adimra (la de mayor cantidad de empresas asociadas), AFAC (autopartistas), Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio), Fedehogar (artículos de línea blanca) y Camima (sector pyme) demandó más de doce horas y terminó al filo de la medianoche sin siquiera un saludo protocolar entre las partes.
El gremio reclama agregarle un 10% al 18,8% de aumento que pactó por el primer trimestre del actual ciclo paritario (por abril a junio) y un 30 por ciento para los tres meses siguientes, entre julio y septiembre. También, el pago de 60 mil pesos no remunerativos como bono de estímulo por el Día del Trabajador Metalúrgico, que se celebra en septiembre. La conciliación dictada ayer a última hora tendrá vigencia a partir de las 17, con lo que el paro pautado para hoy se llevará a cabo hasta esa hora, y por seis días hábiles.
Así alcanzará a la otra huelga que estaba decidida para la semana próxima. Ayer hubo un nuevo comunicado de tres de las cámaras patronales: AFAC, Camima y Fedehogar. En el escrito alegan haber participado de las negociaciones de buena fe y realizado ofertas de aumentos salariales, incluso «en medio de un plan de lucha». Por segunda vez las entidades le reclamaban a Trabajo dictar la conciliación obligatoria, lo que se produjo al final de la noche.
De paso, las cámaras critican el accionar del gremio en la paritaria: «resulta dificultoso acercar posiciones cuando la UOM realizó un pedido de aumento salarial desproporcionado en relación a indicadores técnicos que siguen la evolución de la inflación medida por el Indec y las proyecciones del Banco Central. Vale recordar que la última negociación anual resultó en subasd salariales por encima de la inflación», añaden.
Furlán retrucó: «se quejan de un pedido desproporcionado pero no dicen que es sobre la base de salarios de hambre. El salario inicial del ingresante son 103.200 pesos, por debajo de la canasta de indigencia. Y el mínimo garantizado de la actividad son 135 mil pesos de bolsillo contra una canasta de pobreza en el orden de los 232 mil pesos». Para el dirigente no hay dudas del involucramiento del gigante siderúrgico en la negociación metalúrgica. «Paolo Rocca pretende que los trabajadores naturalicen un salario de hambre y aprieta a las cámaras patronales para eso, diseñando una estrategia para dilatar el acuerdo».