Martín Pinto, presidente de la Federación de Panaderos de Merlo, aseguró que cerraron 1.400 panaderías en todo el país debido a la poca demanda.

La crisis en el sector panadero no encuentra salida y al cierre de comercios, se suma el aumento de costos de producción que podría desembocar en que ya no se consiguan productos como las tradicionales facturas. Martín Pinto, presidente de la Federación de panaderos de Merlo, secretario federal y provincial de la Confederación Interamericana de la Industria del Pan (CIPAN) y dirigente nacional del Frente Social Patria Nueva, aseguró a Política del Sur que «esto no pasó ni en el 2001».

“Hoy la gente viene y compra lo que puede y no lo que quiere. Y si tenemos un 50% menos de consumo de pan, ni hablar de facturas. Hoy la gente piensa primero en los remedios, segundo en comer, el alquiler, las cosas para los chicos, los servicios”, contó Pintó. Y mencionó: «Los impuestos que supuestamente iban a bajar, cada día nos ahorcan más. Fue un cachetazo muy grande y creo que eso fue lo que destruyó un poco el mercado interno”.

También remarcó que entre facturas, pastelería y sanguchería hay entre un 70% y 75% de caída en el consumo. Esta situación trajo como consecuencia que desde hace un año y medio a la fecha, cerraron 1.400 panaderías, afirmó Pinto. “Una panadería, por más chica que sea, necesita 4 o 5 empleados para poder manejarla, las panaderías de barrio. ¿Cuánta fuente de trabajo se perdió ahí? Es terrible lo que estamos viviendo, esto no pasó ni en el 2001”, señaló.

Asimismo, comentó que la baja en los precios tiene que ver con la baja del consumo: “Le tienen que explicar a la gente que la inflación baja porque no hay consumo. Si no hay consumo, no hay demanda, más vale que la inflación va a bajar”, aseguró, y precisó que antes, con el 60% de las ganancias del mes se podían cubrir los gastos de una panadería y hoy la situación es muy distinta. “He visto panaderos que han sacado préstamos para pagar los aguinaldos, los sueldos, la luz atrasada, o el gas atrasado”, mencionó.

“Lamentablemente, nosotros dependemos de la Secretaría de Comercio de la Nación, que es la que tiene la herramienta jurídica para frenar un poco los aumentos”, detalló. Y contrapuso lo que sucede hoy con la administración anterior, cuando se había formado una mesa de diálogo con actores de diferentes sectores para discutir los precios. “Nos dijeron ‘muchachos, acá no se frenan más los precios, que subsista el que tenga que subsistir, el que se tenga que ir, que se vaya’”, lamentó.

Finalmente, expresó que la importación está matando el mercado interno y a la vez no se puede competir, debido a los altos impuestos. “El industricidio está y es cada vez peor, las industrias estamos por el piso”, reflexionó.

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