El gobernador Axel Kicillof expresó su descontento tras el rechazo del Presupuesto 2025, la Ley Fiscal Impositiva y el proyecto de endeudamiento en la Legislatura bonaerense presentado hace más de 40 días por el Ejecutivo provincial. Desde calle 6 expusieron los pormenores de la negociación, el impacto del revés para el bolsillo ciudadano y anticiparon un cambio de timón en la proyección del 2025.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo señaló que el Presupuesto 2025 garantizaba el cumplimiento de las obligaciones prioritarias de la provincia, a pesar del “ahorcamiento financiero” y las deudas pendientes por parte del Gobierno nacional.
“El pedido de endeudamiento solicitaba autorización en lo estrictamente necesario para cubrir los vencimientos de capital e intereses contraídos por el Gobierno de María Eugenia Vidal, sin incrementar la carga de la deuda”, aclararon sobre el segundo proyecto y agregaron: “La Ley Impositiva garantizaba que ningún sector sufriera incrementos de la carga tributaria en términos reales”.
Según reconstruyó Kicillof, durante las largas semanas de negociaciones con la oposición el Ejecutivo aceptó varios de sus pedidos, pero no hubo voluntad de los legisladores del PRO y otros bloques opositores para avanzar con la aprobación del paquete presupuestario.
Incluso, el mandatario mencionó que, ante la exigencia opositora de destinar 16,4% del endeudamiento a los municipios, el gobierno provincial ofreció 10%, lo que representaría una distribución de más de $250 mil millones.
El Ejecutivo bonaerense calificó este desenlace como un “golpe de la oposición”, que impide contar con “una herramienta fundamental para planificar los recursos y gastos” de la provincia.
Por último, el gobernador Kicillof y la vicegobernadora Verónica Magario mantuvieron una reunión de emergencia con su gabinete y el equipo económico para readecuar las partidas presupuestarias y garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales en 2025.