El ministro de Economía instruyó a la Secretaría de Transportes a mediar en el conflicto salarial por el riesgo de un paro de colectivos a escala nacional.
Tras el pedido del secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, de ser recibido por Luis Caputo, ministro Economía, por el «estado» de emergencia» que se encuentra el sector del transporte y el atraso salarial que sufren los trabajadores; el titular del Palacio de Hacienda instruyó a la Secretaría de Transporte, a cargo de Franco Mogetta, para que se reúna con representantes del sindicato y de las cámaras empresariales «para escuchar sus necesidades, garantizando la plena independencia de las negociaciones».
Sin embargo, desde el Gobierno dejaron claro que no se inclinarán por ninguna de las partes. «El organismo no presenta ni presentará a ninguna autoridad en la mesa de diálogo, ya que no corresponde la intervención de otro organismo Nacional en una discusión entre empleadores y empleados que no sea el ámbito propiciado por la Secretaría de Trabajo», subrayaron desde la cartera.
Asimismo, reiteraron que «la Secretaría de Transporte, en línea con las decisiones políticas del Gobierno Nacional, fomenta las paritarias libres y basadas en negociaciones exclusivas entre empleadores y empleados, y de la cuales no debe tener injerencia el Estado Nacional».
El reclamo de la UTA
El pasado lunes, la UTA envío una carta a las autoridades nacionales adonde se alerta que aún no comenzaron las negociaciones salariales previstas para el mes de enero, que prevén un ajuste salarial a diciembre 2023, responsabilizando al ex ministro Ferraro por desoír las demandas: «La situación debió estar solucionada por las autoridades del Ministerio de Infraestructura, el ex ministro Ferraro, a través de la Secretaría de Transporte».
Bajo la misma línea, la organización gremial señaló que estaría «en riesgo la paz social» ante la falta de traslado de «millones de personas», especialmente «aquellos de bajos recursos que lo utilizan para trasladarse a sus lugares de trabajo». Por este motivo, instaban a Caputo a «encarrilar el problema para encontrar una solución que evite lo que irremediablemente sucederá».