Frigerio fue el punto hacia donde se dirigieron los dardos. Las banderas que flamearon.

Por Federico Malvasio

El cierre de campaña del oficialismo tuvo todos los elementos clásicos de un acto político tradicional. Militantes, banderas, batucadas, fuegos artificiales y un conductor que una hora antes a que lleguen los oradores anunciaba la presencia de dirigentes. 

La cancha de Sportivo Urquiza de Paraná se vio colmada en una jornada que abre una espera de 72 horas que no dejan lugar a otra cosa que no sea la ansiedad. El domingo es la gran final en Entre Ríos y, el peronismo, por primera vez, se ve amenazado si mira 20 años para atrás. 

La panorámica del escenario dio cuenta de la decisión de cerrar en esta ciudad, de donde es oriundo el candidato a gobernador y de la cual se espera una diferencia que proyecte una buena performance en la provincia. 

Lo dijo Gustavo Bordet con todas las letras: “Necesitamos hacer una gran diferencia en Paraná”. 

Todos los discursos tuvieron un anclaje en la capital provincial, de la que se nutrió Adán Bahl en su narrativa electoral. 

La apertura de discursos estuvo a cargo del candidato a viceintendente, David Cáceres, quien también dio el puntapié inicial para castigar a Rogelio Frigerio. Todos se dirigieron al candidato de Juntos por el Cambio, pero su nombre no se escuchó en toda la jornada. 

“No hacemos trapisondas, como ese turista que entrega la boleta cortada. Nosotros tenemos buenos candidatos en toda la boleta, pero además nos debemos a un proyecto nacional”, le espetó el joven dirigente en referencia a los episodios de esta semana en la que vecinos de distintos puntos de la provincia recibieron en sus hogares sobres con boletas de Juntos y Javier Milei. 

Rosario Romero, con voz ronca, dedicó su tiempo a agradecer a la militancia y “sobre todos a los vecinos que nos recibieron y escucharon”. Sin correrse de lo que fue la campaña, subrayó la gestión local y provincial: “Tenemos que atesorar lo que logró Paraná, pero además tenemos un gobierno que se va con la frente alta, con obras en todos los municipios cualquiera sea el color”. 

La candidata a intendente se diferenció de la oposición, también sin dar nombres, cuando dijo: “No somos candidatos que nacen en una oficina de Buenos Aires y se entregan al coaching. Nosotros tenemos una historia y un compromiso”. 

Las banderas que flameaban en la cancha de fútbol identificaron a todos los espacios: Movimiento Evita, La Cámpora, Renacer Peronista y el PTP.  También se vieron organizaciones juveniles, sindicatos y gente de a pie. 

Trampolín

Bordet también le apuntó a Frigerio. “No hacemos trampa, militamos la boleta completa. No usamos la provincia como un trampolín”, dijo el Gobernador, haciendo referencia al proyecto presidencial que se adjudica al ex ministro del Interior. 

Fue el momento de mayor exaltación entre los militantes. Las batucadas subieron el volumen y se escucharon las primeras bombas de tres tiros. 

Para Bordet, “Paraná, claramente, no es la misma que la de tres años y medio atrás. Beto la transformó y la puso entre las mejores capitales de provincia”.  Se adjudicó haber logrado “una provincia ordenada, con obras, con paz social”, y explicó que “esa es la base para la construcción de una gran provincia, de una Entre Ríos que se transforme. Y ese paso, ese salto de calidad en nuestra provincia sólo lo puede hacer Beto Bahl, porque tiene la experiencia, la capacidad, el conocimiento y el arraigo que necesita un gobernador de verdad”, cerró.

Claudia Monjo, la candidata a vicegobernadora tuvo una intervención corta. Convocó a “sentirnos orgullosos del gobierno que nos dejan Gustavo Bordet y Laura Stratta. Nosotros también queremos que se sientan orgullosos del gobierno que vamos a hacer si nos eligen. Es con Rosario en Paraná, es con Beto en la provincia, y es con Sergio Massa en la Nación”.

Fuente: (Página Política)

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