El próximo 10 de marzo, el Partido Justicialista de la provincia renueva sus autoridades, en un contexto fuera del poder de Casa Gris después de 20 años. Las voces sobre el proceso electoral, a un mes de la presentación de listas, mientras se definen estrategias y posiciones frente a Frigerio y Milei.

Por Mariano Osuna (Periodista)

El peronismo entrerriano atraviesa un escenario peculiar luego de la derrota electoral del ex intendente de Paraná, Adán Bahl, en la competencia por la gobernación, en los comicios generales del 22 de octubre del año pasado. La victoria del ex ministro del Interior de Cambiemos (2015-2019), Rogelio Frigerio, culminó con la hegemonía justicialista de cinco mandatos consecutivos en el Ejecutivo: Jorge Busti (2003-2007), Sergio Urribarri (2007-2015) y Gustavo Bordet (2015-2023). Los resultados abrieron el debate sobre la revisión de las estrategias electorales, la construcción política, los liderazgos, las conducciones partidarias, el rol como principal frente opositor y las formas de organización hacia la votación de medio término de 2025.

El Partido Justicialista (PJ) de la provincia, pieza protagonista e indispensable del frente electoral que fue gobierno hasta diciembre pasado, tiene los mandatos vencidos de sus autoridades. Esa disposición fue prorrogada, mediante un congreso, en contexto de la pandemia sanitaria de coronavirus y las distintas políticas de cuidado dispuestas en el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Posteriormente, el nuevo cronograma estipulaba el 25 de junio de 2023 como fecha decisiva para la renovación de la conducción del Partido, aunque el calendario nacional y provincial de las elecciones generales, y la decisión de Bordet de votaciones simultáneas, postergaron la nueva programación. La argumentación oficial se excusaba en las dificultades de llevar adelante una definición tan importante de manera paralela con la disputa por el sillón crucial de Casa Gris, pero también respondió a un contexto donde se reclamaba la reforma de la carta orgánica, la incorporación de las minorías y la apertura de la discusión interna hacia la confirmación de las listas.

El actual Consejo Provincial se encuentra presidido por Bordet, secundado por Urribarri y por el ex intendente de Gualeguaychú, Juan Bahillo. La nómina tiene en sus primeros lugares al ex vicegobernador José Cáceres, la actual presidenta municipal de Paraná, Rosario Romero, y la diputada nacional Blanca Osuna. El nuevo cronograma comienza el próximo 3 de febrero, con el cierre del padrón, que será publicado siete días después, donde se ponen en juego los cargos del Congreso Provincial, del Consejo Provincial, los Consejos Departamentales, los Consejos de Unidades Básicas y el Rectorado. La presentación de las listas posee como plazo cúlmine el sábado 17 de febrero, con un período de tres días para las impugnaciones, que serán resueltas 48 horas más tarde. La oficialización de las listas se efectuará el 23 de febrero, en tanto que la legalización de las boletas se realizará el 27.

El peronismo en el poder

La última vez que el justicialismo fue oposición fue durante el período 1999-2003, cuando el radical Sergio Montiel fue gobernador por segunda vez, luego de una primera gestión con la recuperación de la Democracia en 1983. Como en aquella ocasión, su sucesor fue el caudillo concordiense Jorge Busti, que previamente había llegado al poder en 1987 y 1995. La crisis del Gobierno nacional de Fernando de la Rúa, la emisión de los federales como cuasimoneda, el conflicto salarial con estatales y docentes, y la crisis y represión a fines de 2001, que terminó con los asesinatos de Romina Iturain, Eloísa Paniagua y José Daniel Rodríguez en Paraná, desplomó la legitimidad y la gobernabilidad de la gestión del dirigente uruguayense.
La llegada de Busti por tercera vez al sillón principal de Casa de Gobierno se dio en un complejo contexto económico y social, con una cosecha del 44,53% de los votos y una diferencia de 10 puntos contra el ex intendente de Paraná, Sergio Varisco (34,49%) y de 26 puntos respecto al ex presidente municipal de Gualeguaychú, Emilio Martínez Garbino, de Nuevo Espacio Entrerriano (18,06%). En aquella contienda por la categoría estelar, el peronismo tuvo el candidato más votado en 15 departamentos, con las excepciones de Federación y la Ciudad del carnaval. Aquella votación dio lugar a una tradición en las últimas dos décadas respecto a que la autoridad máxima del Partido coincide con el gobernador de la provincia.

Cuatro años después, Sergio Urribarri, que fue ministro de Gobierno, Justicia, Educación y Obras y Servicios Públicos de Busti, se convertía en el nuevo mandatario provincial, secundado por el actual intendente de Concepción del Uruguay, José Lauritto. El candidato justicialista contabilizó 294.407 votos (47%), con un caudal que dejó una diferencia de 27 puntos respecto a la fórmula más cercana, integrada por Gustavo Cusinato y Alba Allende, de la Unión Cívica Radical (UCR), que acumuló 124.601 sufragios (19,89%). Como en 2003, hubo una tercera lista, construida luego de una escisión del peronismo, encabezada por el ex intendente de Paraná, Julio Solanas, y el ex intendente de Concordia, Enrique Cresto, que obtuvo 117.968 acompañamientos (18,83%). También volvió a presentarse Emilio Martínez Garbino, en un binomio completado por el ex diputado radical Eduardo Solari, aunque en esa oportunidad terminó con apenas 53.328 apoyos (8,51%). La dupla vencedora fue la más respaldada en 15 departamentos de la provincia, mientras que el radicalismo volvió a ganar en Federación (como en 2003) y la lista 100 (Solanas) triunfó en los distritos Tala y San Salvador.

El año 2008, con la conocida resolución 125, que disponía retenciones móviles, estuvo marcado por el conflicto del Gobierno nacional con las patronales agropecuarias y la Mesa de Enlace, generando un quiebre sin retorno entre Busti y Urribarri. Ya enemistados, los comicios de 2009 fueron el último intento de unidad, aunque la derrota ante la alianza opositora, encabezada por el actual legislador Atilio Benedetti, aceleró los tiempos de ruptura. El ex Mandatario decidió irse del Partido Justicialista y formar un nuevo partido denominado Frente Entrerriano Federal, para enfrentar en 2011 a su sucesor que tenía planes de reelección. Su compañero en el binomio más significativo fue el ex presidente del Consejo General de Educación (CGE), Jorge Krenz, con una cosecha de 120.728 Votos (18,36%), quedando en tercer lugar de la contienda por Casa Gris.

El desenlace electoral dejó una imagen similar a la de 2007, con una primera fuerza alejada de sus competidores y una tercera fuerza con aceptable desempeño electoral. Urribarri, ya como máxima autoridad del PJ, eligió como candidato a la vicegobernación al actual legislador del Parlasur, José Cáceres, que había sido su ministro de Desarrollo Social durante el último tramo de su primera gestión, y obtuvo 368.111 votos (55,98%), en una competencia regida por las modificaciones de la reforma constitucional de 2008. Segundo quedó el ex intendente de Larroque, Atilio Benedetti, en dupla con el ex diputado Jorge D´Agostino, con 123.635 respaldos en el cuarto oscuro (18,80%). Fue la tercera victoria consecutiva del peronismo en la categoría más relevante de la provincia, con la singularidad que el ex intendente de General Campos fue el postulante más votado en los 17 departamentos de la provincia, gozando en su segundo periodo de mayoría absoluta en la Cámara Alta de Entre Ríos.

Más allá de los intentos de provincialización del debate en las elecciones de 2015, el contexto estuvo condicionado por la polarización nacional entre el kirchnerismo y la ola amarilla de Cambiemos, en un armado opositor que juntó a Propuesta Republicana (PRO), el radicalismo y la Coalición Cívica (CC). Sin oportunidades de reelección en Entre Ríos por la reforma constitucional, el candidato elegido provino nuevamente de las trincheras de Concordia, con el ex intendente Gustavo Bordet, escoltado por el ex presidente municipal de Paraná, Adán Bahl. La boleta peronista contabilizó 325.878 votos (42,30%), en la elección más pareja desde 2003, con una mínima ventaja de tres puntos frente a la fórmula liderada por el actual senador nacional Alfredo De Ángeli, uno de los exponentes principales de las protestas agropecuarias, y el ex intendente de Concepción del Uruguay, Lucio Godoy, que logró 303.769 votos (39,43%). La peculiaridad fue una imagen secundaria del radicalismo, que no llevó un candidato propio en la categoría principal. Allí también hubo una tercera lista con caudal de votos, aunque alejado de la pelea más crucial, conformada por Busti y el ex intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, que consiguió 120.793 adhesiones en las urnas (15,68%), en u un armado que fue consecuencia del portazo nacional de Sergio Massa y la creación en 2013 del Frente Renovador. La paridad, antes descripta, se materializó en el mapa final de los votos en la provincia, donde el justicialismo tuvo el binomio más apoyado en nueve departamentos, mientras que la boleta encabezada por el dirigente rural triunfó en siete.

En 2019, ya como titular del Partido Justicialista de la provincia, Bordet buscó la reelección, acompañado por su ex ministra de Desarrollo Social, Laura Stratta, que se transformó en la primera mujer vicegobernadora de la provincia. El resultado final dejó un tablero victorioso para el peronismo, con 436.452 sufragios a favor (57,43%), y una distancia de 22 puntos respecto a la lista de la coalición opositora, que estuvo capitaneada nuevamente por Benedetti, con 270.302 apoyos (35,57%). Un dato singular fue que la suma de ambos frentes electorales representaron el 93% de los votos emitidos, graficando una polarización total y suprimiendo las posibilidades de una tercera lista como ocurrió en votaciones anteriores. Sin embargo, volvió a sentirse el predominio peronista, donde el ex Intendente de Concordia lideró la tabla en 15 distritos, mientras que el dirigente radical fue el candidato más votado en Gualeguay y Federación.

Internas o unidad

“El PJ de Entre Ríos tendrá elecciones partidarias en marzo. Elevamos a la Justicia Electoral el cronograma para la realización de las elecciones partidarias, habilitando el proceso de afiliación hasta principios de febrero”, había anunciado Bordet a fines de diciembre en redes sociales, luego de una reunión con Cáceres. Como detalló Punto y Seguido, la columna política de los domingos en LA CALLE, en paralelo se escucharon voces críticas a la conducción del actual Legislador nacional, que tuvieron como objetivo el análisis del camino hacia la derrota electoral del 22 de octubre, como también al tablero final de las representaciones legislativas. Allí el ex intendente de Diamante, Carlos Darrichón, y la referente de UPCN, Carina Domínguez, pidieron abiertamente la renuncia de Mariel Ávila, esposa del último gobernador justicialista, que asumió una banca en la Cámara Baja. Los ruidos internos se profundizaron luego de la renuncia del ex presidente municipal de María Grande, Hugo Maín, a su lugar como senador por el departamento Paraná, para que asuma Claudia Silva, esposa de Bahl.

Con la asunción de Javier Milei en la presidencia de la Nación y de Rogelio Frigerio en la gobernación de la provincia, hay un punto de encuentro mayoritario en la dirigencia y las bases peronistas: barajar y dar de nuevo para la construcción de nuevas referencialidades y liderazgos, mientras se ensayan trajes y variables del nuevo rol como principal voz opositora. Con el último candidato a la gobernación en el llano y con Bordet fuera de la provincia y sin posibilidades de un nuevo mandato en Casa Gris, el ojo se encuentra puesto en los dirigentes que resistieron en las intendencias y tienen responsabilidades ejecutivas. En la vieja guardia aparecen José Lauritto en La Histórica, Adrián Fuertes en Villaguay, Rosario Romero en Paraná, Cesar Melchiori en Villa Paranacito, Néstor Landra en Tabossi y Daniel Rossi en Santa Elena. En la nueva franja generacional asoman Gustavo Bastián, de San José; Ricardo Bravo, de Federación; Damián Arévalo, de Feliciano; Hernán Niz, de Villa Mantero; Juan Amavet, de Santa Anita; Fernando Viganoni, de San Justo y Mauro Cháves, de San Antonio. Este segundo subgrupo se reunió hace 10 días en Puerto Yeruá, departamento Concordia, con el objetivo de levantar la cabeza en el mapa provincial, donde explicaron que “la renovación del partido será clave para volver a ser una oposición seria y ser una opción electoral con vocación de gobierno”. A priori, cuentan con el apoyo de la actual conducción partidaria, que reclama una lista de consenso que muestre una unidad fortalecida para los tiempos que se vienen, con el horizonte enfocado en los comicios de medio término de 2025.

En las casas partidarias de Paraná y Gualeguaychú también se escucharon posturas de cara al proceso interno de renovación de autoridades. “El peronismo entrerriano viene de sufrir derrotas humillantes para su orgullo histórico, en manos de una derecha que supo canalizar el descontento del pueblo peronista con una dirigencia que lejos estuvo de estar a la altura de las circunstancias y se desentendió de la suerte de nuestro pueblo”, advirtió una nutrida convocatoria en la capital entrerriana, que tuvo la presencia de Conde Ramos, Lucy Grimalt, Jorge Vázquez, Julio Solanas y Gustavo Guzmán.

Exigieron el llamado “urgente a un congreso provincial del PJ abierto a toda la militancia peronista para la reforma de la carta orgánica, la convalidación del proceso electoral en marcha, la definición de una línea política programática y de enfrentamiento a las políticas oligárquicas nacionales y provinciales”. En un comunicado enviado a los medios locales, pidieron por un “proceso de elección de autoridades transparente, con participación y movilización asegurada a todos los afiliados para votar sin proscripciones ni dedo de nadie”.

En la ciudad del Carnaval, en un plenario organizado en el Club Frigorífico y protagonizado por dirigentes de todo el departamento, reclamaron que la conducción actual “se exprese de forma contundente ante la situación nacional de extrema gravedad” y denunciaron que su silencio “alimenta sospechas, y su pasividad genera vergüenza. Solamente la complicidad puede explicar semejantes niveles de parálisis”. A diferencia del encuentro en Paraná, los participantes de la reunión en la costa del Uruguay afirmaron que las elecciones partidarias internas “tendrían que esperar. No nos oponemos, pedimos postergación para atender lo que ocurre en nuestro pueblo, y exigimos reglas claras y no a los empujones”.

Por su parte, en un texto mandado a este Diario, Adrián Fuertes analizó el escenario del peronismo entrerriano y alertó que es sustancial “que podamos pensar, desde el conjunto del peronismo y de cara al futuro, una estrategia que nos permita reorganizarnos, hacer una autocrítica, contener al conjunto de la militancia y la dirigencia, y constituir equipos técnicos sólidos que nos posicionen como una alternativa de gobierno superadora para nuestra querida provincia. Y al mismo tiempo, insertarnos en un proyecto nacional de reconstrucción de lo que probablemente quede después de la aplicación de las políticas ultraliberales”.

En dichas declaraciones, donde pidió por la derogación de la ley Castrillón, el pegado en igualdad de condiciones y la integración a las minorías, propuso “la conformación de una lista de unidad del peronismo entrerriano, en la que participen representantes de la Liga de Intendentes, de los bloques de senadores y diputados, dirigentes de reconocida trayectoria y peso propio que pueden no ocupar cargos en este momento, como así también los trabajadores y la juventud, siempre respetando la participación igualitaria de nuestros hombres y mujeres”.

Entre los nombres que elevaron solicitudes a la Junta Electoral del PJ para las asignaciones de números de listas se encuentra el empresario de medios Rubén Almará, el ex concejal uruguayense Carlos Scelzi y el abogado concordiense Javier Orduna. Entre los requisitos para la presentación de una nómina, se precisa una antigüedad mínima como afiliado de dos años, el aval de por lo menos siete departamentos de la Provincia, con un mínimo del 10% del padrón de afiliados de cada uno de ellos, y un porcentaje total de adherentes superior al 5% del padrón provincial.

Por otro lado, los cuatro legisladores nacionales del peronismo, Gustavo Bordet, Carolina Gaillard, Tomás Ledesma y Blanca Osuna, se preparan para el rechazo en Diputados del proyecto de Ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, conocida como Ómnibus, mientras que se especula con el posicionamiento final del senador Edgardo Kueider, que en la distribución de las autoridades de la Cámara se alineó con la estrategia de La Libertad Avanza, y que conforma un bloque junto a Carlos Espínola y Alejandra Vigo, que es clave para la sanción definitiva de la iniciativa del Gobierno nacional. En el tablero provincial, los representantes justicialistas en las cámaras provinciales (11 en diputados y 9 en el Senado) dan gestos de acompañamiento a las propuestas de Frigerio sobre las leyes de Transición de Gobierno, de Información Pública y de derogación de la Ley N° 4.506 que fija las pensiones vitalicias a ex gobernadores y ex vicegobernadores de la provincia. Allí radica una singularidad, similar a la correlación de fuerza en la Cámara Alta del Congreso nacional, ya que el peronismo tiene mayoría y su pronunciamiento será determinante para la sanción de los proyectos enviados por el Gobierno provincial.

Hasta aquí algunas variables de análisis, con un proceso electoral en curso, un rompecabezas en marcha y un peronismo para armar. (La Calle)

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