Un grupo de vecinos en Neuquén, busca poder ayudar de alguna manera a quienes más lo necesiten. Los repartirán en las familias del basural, en comedores y el hospital.
Un grupo de vecinos de Neuquén se encuentra en plena elaboración de pan dulce para poder repartir entre las personas más necesitadas de la ciudad. Los entregarán entre comedores, hospitales y demás lugares.
Las fiestas de fin de año son un momento en que las personas suelen reunirse en familia o con amigos a compartir, pero este año el panorama se ve más complicado y esa tradición parece lejana para muchos. Es por ello que, los integrantes de la organización Menos Bla y Más Amor comenzaron a hacer pan dulce para que cada vecino pueda tener algo que llevar a la mesa esta navidad.
“Es un proyecto que venimos haciendo desde hace años. Nuestra meta es lograr elaborar mil panes, que vamos a repartir en el Hospital Regional, Unidad Penitenciaria femenina, El Shopping de la Meseta, comedores, refugios y a las familias que están en el basural”, contó Alejandro Riffo, fundador de la organización.
Para poder llevar adelante este ambicioso proyecto contaron con la donación de quienes conocen su trabajo sin fines de lucro. «Para nosotros lo importante es que la gente tenga que comer y esto es una forma de ayudar, de equiparar, porque si bien todos los años es complicada la situación, este año está peor», observó.
Por ello, aunque el repartir pan dulce es la motivación original, también entregarán alimentos no perecederos a los más necesitados. «Hoy nos encontramos en una situación muy difícil, es muy duro ver que cada vez más gente no tiene para comer», aseguró Alejandro.
Para poder cumplir el objetivo que se propusieron, más de treinta personas se encuentran con los hornos encendidos para poder cocinar los mil panes dulces. «Esto nos llena el corazón a nosotros, poder contribuir de alguna manera. Esto es ponerse en el lugar del otro, pensar en el otro, no solo en uno», señaló.
El sábado se encargaron de repartir en todos los lugares señalados. «Empezar a la mañana, como somos muchos, nos repartimos quienes van a los comedores, quienes al hospital, quienes a la cárcel de mujeres. Pero, además, en el Parque Central regalando no solo un pan dulce sino también un abrazo. Corren tiempos complicados y es importante acompañarnos», indicó.
El motivo por el que se creó Menos Bla y Más Amor
Alejandro contó que su voluntad por ayudar desinteresadamente al prójimo nació luego de un periodo oscuro y dolorosa de su familia. «Cuando nació mi hija tenía una deformación y en menos de un año tuvieron que hacerle 20 intervenciones quirúrgicas. Fue tan doloroso ese momento. Cada vez que ella entraba al quirófano rogábamos que todo saliera bien, que esa fuera la última operación, que todo saliera bien», confió.
Fue en este contexto que prometió que si su pequeña se recuperaba iba a dedicarse a ayudar a los menos favorecidos. «Y así empezamos, primero juntando alimentos no perecederos para los más necesitados, después empezamos a colaborar con comedores, merenderos, organizamos actividades en unidades penitenciarias y así cada vez más gente se fue sumando y hoy somos más de 30 voluntarios que trabajamos para ayudar a quienes lo necesitan», concluyó.