El fluido se ajusta trimestralmente en relación al litro de nafta súper. Pese a ello, la diferencia entre ambos combustibles es cada vez más amplia, consolidando al gas como la opción más económica para el uso vehicular.

El gas natural de boca en pozo, que está contractualizado al precio de la nafta súper, aumentará el 1° de febrero, impactando en el metro cúbico de GNC que se vende en las Estaciones de Servicio.

Luis Navas, consultor energético, explicó que el valor al público se elevará entre $5 y $6 a partir del próximo mes. “El gas de boca en pozo está relacionado en un 15,5 por ciento del precio de la nafta súper en AMBA y unos puntos adicionales en otras provincias”, manifestó. “Resta aún saber que sucederá con el transporte y la distribución, que debe definir el ENARGAS“. Ya se realizaron las Audiencias Públicas, por lo tanto el Ente tiene la decisión final. De todas maneras, ese incremento no modificará la ecuación.

Según Navas, en la actualidad, el precio del GNC tiene uno de los valores competitivos más favorables con relación a la nafta, ya que mantiene mucha distancia y se consolida como el combustible más económico para el uso vehicular.

A tal punto que el metro cúbico cuesta alrededor de $90 promedio en los surtidores de todo el país, mientras que la nafta súper y la premium superan los $175 y $210, respectivamente.

Este mecanismo de actualización refleja el éxito que ha tenido la negociación entre las Cámaras del sector con las distribuidoras y sus respectivas comercializadoras para la compra en pesos del principal componente del costo del GNC, que es gas en boca de pozo”, celebró el especialista.

En este sentido, vaticinó que “la brecha incentivará las conversiones ya que la diferencia resulta cada vez más amplia”, expresó Navas, al tiempo que completó: “Confío que este año saldremos de la meseta en la que se encuentran los traspasos”.

Otra de las ventajas del GNC es que es menos nocivo para el medioambiente, debido a que no tiene contenidos de plomo ni azufre y su combustión es más limpia. Sumado a que desde el sector energético ya plantearon en reiteradas ocasiones que si se fomenta su consumo, podrían disminuir las importaciones de los combustibles líquidos.

Contribuye a la transición energética y es fundamental que, en las ciudades, el transporte público empiece a funcionar a gas. Los taxis y remises ya lo hacen y ahora es el turno de los camiones y colectivos”, concluyó Navas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *