El boque de legisladores de Unión por la Patria pidió sesionar sin tener quórum asegurado. Acusan de “complicidad” a los senadores que estén ausentes.

Con las firmas de José Mayans, Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, el peronismo/kirchnerismo presentó un proyecto para excluir a Kueider de la Cámara alta por “inhabilidad moral” en los términos del artículo 66 de la Constitución Nacional, con el fin de “preservar la integridad institucional del Senado”.
El bloque presentó este viernes el pedido formal de sesión ante la vicepresidenta Victoria Villarruel y adjuntó una copia de la imputación por parte de las autoridades paraguayas.
“Cualquier maniobra dilatoria que busque postergar el tratamiento de este tema solo podrá ser entendida de una manera: complicidad”, aseguraron los senadores.
No obstante, Villarruel podría dilatar la convocatoria como lo hizo otras veces durante el año, amparada en una facultad que le da el reglamento para fijar los días de sesiones. Además, el tema no figurará en el temario de las extraordinarias, pero en el kirchnerismo sostienen que no es necesario porque se trata de un asunto interno del Senado que deben resolver sus propios integrantes.
Para excluir a un legislador, la Constitución exige dos tercios de los votos. Pero antes, Unión por la Patria tiene por delante el desafío del quórum: con 33 integrantes, está a cuatro del número necesario para abrir la sesión. Y, por el momento, ni La Libertad Avanza ni el resto de los bloques garantizan presencia. Para el kirchnerismo, será un “principio de revelación”.
Los senadores oficialistas se llamaron a silencio, mientras que el PRO emitió un comunicado en el que consideró que “la Justicia debe actuar con celeridad en la investigación para el esclarecimiento de los hechos” y agregó que “todos los funcionarios públicos, sin excepción, tenemos la obligación de someternos a la Justicia y de responder por nuestras acciones”.
“Primero tenemos que esperar el dictamen de la Justicia, pero hay que ir a fondo”, dijo Luis Juez, jefe del bloque amarillo.
“No puede haber una mirada oportunista con esto. La política no ha tomado dimensión del desprestigio que esto significa para nosotros. No podemos dejar que el kirchnerismo nos corra con las banderas de la ética. La corrupción no tiene ideología; el tema nos salpica a todos”, advirtió el cordobés.
El bloque radical no se pronunció al respecto y allí hay quienes esperan que, como mínimo, Kueider pida formalmente la licencia. “Esto le hace pésimo a la política”, reconoció un integrante de la bancada presidida por el correntino Eduardo “Peteco” Vischi, que a lo largo del año colaboró con el Gobierno.
El Interbloque Provincias Unidas, donde está Kueider, también quedó descolocado. Hasta el momento solo difundió un comunicado en el que pidió que “la Justicia investigue los hechos hasta el esclarecimiento”.
El espacio está integrado por la cordobesa Alejandra Vigo, el correntino Carlos “Camau” Espínola, el salteño Juan Carlos Romero, la chubutense Edith Terenzi, la neuquina Lucía Crexell, y Kueider.
En los pasillos del Senado hay opositores que desconfían de la jugada kirchnerista y recuerdan que el bloque no actuó de la misma manera con el caso del tucumano José Alperovich, que terminó condenado a 16 años de prisión por abuso sexual. Durante la investigación el exgobernador estuvo de licencia, pero no fue expulsado del Senado.
Con el caso Kueider también hay otra especulación vinculada a su reemplazo. Es que si el senador es removido del cuerpo, su lugar sería ocupado por Stefanía Cora, una joven diputada provincial de Entre Ríos que fue segunda candidata en la lista del Frente de Todos en 2019 y está enrolada en La Cámpora.
Con la asunción de Cora, Unión por la Patria ganaría un integrante y pasaría a tener 34, a solo tres del quórum propio. En cambio, si Kueider pide licencia, su banca quedaría vacante.