Tras casi horas de sesión, la Cámara de Diputados le dio media sanción del proyecto de ley que ratifica el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar los plazos de la deuda contraída durante el Gobierno de Mauricio Macri.
La medida obtuvo 200 votos afirmativos, 37 negativos y 15 abstenciones.
El diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, quien semanas atrás blanqueó sus diferencias con el acuerdo con el Fondo a través de una explosiva carta pública, estuvo en el Palacio Legislativo y tuvo reuniones con miembros de su bloque, pero no participó de la sesión ni la votación.
Sí lo hicieron sus compañeros de banca de La Cámpora como la secretaria del bloque, Paula Penacca, Gabriela Estévez, Florencia Lampreabe, Cristina Brítez, Marcos Cleri y Rodolfo Tailhade, entre otros.
La sesión se inició con la presencia de 129 diputados en el recinto, número exacto para el quórum. Minutos después del comienzo, un grupo de manifestantes de izquierda que concentraba en la plaza comenzó a arrojar piedras y quemar neumáticos en la zona, tras lo cual efectivos de la Policía de la ciudad de Buenos Aires armaron un escudo frente al edificio del Congreso e iniciaron un operativo de desalojo.
El acuerdo sobre el texto fue el fruto de varias reuniones desarrolladas durante toda la semana entre representantes del oficialismo y de otros bloques opositores.
Al abrir el debate, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el diputado del Frente de Todos, Carlos Heller, aseguró que «este Gobierno, por sus principios, jamás hubiera recurrido al FMI sino que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar» con el organismo internacional.
«Hay un gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido pero que recibió una autentica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar», enfatizó el legislador al exponer en el recinto en la sesión especial de la Cámara de Diputados.
En ese marco, Heller sostuvo que en el acuerdo «no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han primado en otros entendimientos» aunque dijo, «no hay nada que festejar».
A su turno, la diputada nacional por el Frente de Todos de la provincia de Buenos Aires, Alicia Aparicio, afirmó que «no hay nada que festejar» y agregó: «Hoy no habrá ganadores».
En su discurso, la legisladora elogió la decisión del presidente Alberto Fernández de enviar el acuerdo al Congreso porque «le devuelve al Poder Legislativo su facultad en la materia y otorga mayor institucionalidad» y aseguró que «este acuerdo es el único posible ante las circunstancias que hoy vive la Argentina».
En ese sentido, agregó que el país «no puede hacerse cargo de los pagos acumulados» y subrayó que «la diferencia favorable en el saldo exportador que hubo el año pasado, ni siquiera alcanza para pagar el vencimiento de 19 mil millones de dólares que se viene».
Por su parte, el diputado nacional de la UCR por Mendoza, Lisandro Nieri, consideró que el acuerdo con el FMI «nace obsoleto» y es «poco transparente», al sostener que «no soluciona los problemas de nuestro país». Para el legislador, «aún cumpliendo las metas deja a nuestro país en diciembre de 2023 en una situación de mayores desequilibrios macro que la observada en 2019» y dijo que «no soluciona los problemas de nuestro país».
Por Evolución Radical, el puntano Alejandro Cacace señaló: «Desde nuestra bancada le damos la herramienta al Gobierno, que está pidiendo el financiamiento, pero con esto no estamos avalando un plan económico fracasado que ha llevado a una profunda crisis económica y de desarrollo».
Así, el legislador de Juntos por el Cambio hizo referencia a la principal modificación introducida este miércoles en el dictamen, lo que posibilitó asegurar el voto opositor. El proyecto se destrabó cuando el oficialismo accedió a resumir el texto en un solo artículo centrado en el aval al acuerdo y accedió a que quedaran exentas del respaldo legislativo las metas trazadas por el Ministerio de Economía para su cumplimiento.
Otro sanluiseño, el exgobernador Claudio Poggi, titular de un monobloque dentro de Juntos por el Cambio apuntó: «Esta Cámara habilitará, si se quiere, el mal menor que es patear el vencimiento para más adelante. Es menor en comparación con el mal mayor que significa no pagar, quedar en mora en el mercado internacional».
Más adelante, el diputado de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, anunció en plena sesión que no acompañará el acuerdo del Gobierno con el FMI. «El acuerdo es penoso para mi país y para todos los argentinos», sostuvo, blanqueando así su postura que era una incógnita.
«Mis convicciones y el compromiso con mis votantes no me permiten acompañar y estar a favor de este impuestazo que atenta contra todos los argentinos. Mi voto será negativo», afirmó. Además, señaló que el acuerdo «no es suficiente» y que «no se va a cumplir». «Agrava una crisis muy profunda», continuó.
López Murphy se desligó así de buena parte de su interbloque que acompañará el acuerdo con el FMI tras consensuar el texto del proyecto con el oficialismo.
En tanto, el diputado liberal Javier Milei cuestionó duramente el entendimiento al que arribó el Gobierno de Alberto Fernández con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y adelantó que rechazarán la aprobación. «Vamos a votar en contra de esta porquería», expresó.
«Desde el bloque de La Libertad Avanza vamos a rechazar este proyecto porque es altamente cuestionable desde lo técnico y reprochable desde lo moral», expresó el economista durante su alocución.
Asimismo, disparó contra el gobierno al señalar que con el nuevo acuerdo «está tomando deuda» con el FMI y que «esa deuda son impuestos futuros que pagan personas que hoy no votan: nuestros hijos, nuestros nietos y quienes no nacieron”, enfatizó.
Siguiendo esa línea, se expresó también el legislador de Avanza Libertad, José Luis Espert. El economista añadió que «el que paga el ajuste es la gente de laburo, los emprendedores, los productores, los empleados».
«Este es un programa que revienta de impuestos a la gente del sector privado. No podemos votar a favor de ninguna manera de este presupuesto de gastos que está en el acuerdo. El camino es más libertad y más mercado. No más intervención», dijo.
Además, enfatizó que su postura «no tiene que ver con la ideología» porque «la deuda hay que pagarla», aunque calificó como «desastroso» el programa económico del ministro Martín Guzmán. «No echan ñoquis, no le ponen límite a las jubilaciones sin aportes. Que el ajuste lo pague el clientelismo», aseveró.
Desde el otro extremo del espectro ideológico, la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, argumentó su voto negativo. “No entiendo qué festejan, dándole el co-gobierno al FMI, dejando que cada tres meses la Argentina quede a tiro de default, y que el Fondo sea el que decide qué se hace y qué no en el país”, expresó.
Al mismo tiempo, criticó duramente al Frente de Todos por avalar la deuda contraída por el expresidente Mauricio Macri en 2018 con el Fondo. «Macri está feliz» por la negociación, afirmó ya que «no solo consigue que este Congreso avale y le haga un paraguas a la enorme estafa que fue su crédito» sino que «además consigue que no se lo nombre», algo que calificó como «insólito».
En el mismo sentido, la legisladora del PO, Romina del Plá, expresó: “Con la votación de este acuerdo, están a punto de ejercer un crimen contra el pueblo y quieren quedarse con las manos limpias».
«Sabemos el papel que han jugado todos los bloques, particularmente el Kirchnerismo que ha allanado el camino del acuerdo, cómplice también de legalizar la ilegitimidad de toda la deuda, la del FMI y la de los bonistas privados cuyo canje entreguista avalaron, y este plan anti obrero y de ajuste que llevaran adelante votando este acuerdo, no lo podrían hacer sin la connivencia de las burocracias de la CGT y las dos CTA. No se va a salvar ninguno del descontento popular», insistió.
Por su parte, la diputada nacional del interbloque Federal Graciela Camaño planteó su respaldo al acuerdo, aunque le reclamó «austeridad» al Gobierno del presidente Alberto Fernández. «Vamos a acompañar», dijo la legisladora y agregó que «es la primera vez» que el Congreso «vota una autorización de financiamiento para que el Poder Ejecutivo Nacional tome un empréstito y resuelva su deuda externa».
«Hemos tenido la inteligencia, el año pasado, de votar todos una ley que limita al Poder Ejecutivo y le devuelve atribuciones al Legislativo», recordó Camaño. No obstante, destacó que «quien deberá hacer el esfuerzo para cumplir con esto será el Gobierno de Alberto Fernández».
El diputado del Frente de Todos y titular de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos Alderete, criticó el acuerdo del Gobierno con el FMI y agradeció a su bloque por permitirle “tener esta disidencia”. Es uno de los legisladores oficialistas que en la previa ya había anunciado que no iba a acompañar la iniciativa.
En esta línea, se expresó el diputado del Frente Grande en el Frente de Todos, Itai Hagman, quien ratificó el no acompañamiento de su espacio al acuerdo con el FMI. «El acuerdo es el resultado de la negociación encorsetada en las reglas del fondo», justificó sobre la posición que adoptarán junto a los legisladores Federico Fagioli y Natalia Zaracho.
«Tampoco se va a garantizar la estabilidad macroeconómica y veo difícil que logremos un proceso de crecimiento sostenido con las reglas actuales del Fondo», indicó. Además, agregó que no son «militantes del default» y que se «vienen tiempos difíciles y los buitres acechan». En este sentido, aseguró que el Frente de Todos no volverá a votar dividido.
Fuente: Ámbito