El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dio su apoyo explícito a la expresidenta, días antes de que la Cámara de Casación anuncie si confirma la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

«Todo lo que se va a decir el miércoles nunca ocurrió y no existió; y, sin embargo, se va a dar por hecho y por realidad», sentenció Kicillof, tras insistir en que la ex presidenta no tenía entre sus funciones administrativas otorgar las obras públicas por la que fue condenada aseis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, al considerar que fue la principal responsable de un sistema que benefició al empresario Lázaro Báez, en Santa Cruz, y recibió “beneficios económicos” por ello.

El mandatario provincial señaló que el objetivo de «estos juicios truchos» son  «generar una estrategia de disciplinamiento a todo aquel que quiera llevar adelante determinadas políticas, determinadas obras, determinadas proyectos en nuestro país».

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