El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este miércoles a los gobiernos del mundo a «actuar juntos» y adoptar «soluciones duraderas» contra el hambre, una tragedia «inaceptable» en el mundo moderno.
El nuevo mecanismo, que será oficialmente lanzado en noviembre, está abierto a todos los países. Brasil propone financiarlo, en parte, con un impuesto mundial a las grandes fortunas.
«Ningún asunto es más actual y desafiante para la humanidad. El hambre es la más degradante de las privaciones humanas, un atentado a la vida y una agresión a la libertad», afirmó Lula en una reunión de ministros de Desarrollo del G20, en Río de Janeiro.