El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, visitó el cruce fronterizo de Rafah, que une Egipto con la Franja de Gaza. Reclamó la apertura del paso para la ayuda humanitaria destinada para la población del enclave palestino, bajo bombardeo de Israel y sin agua, electricidad, alimento y gasolina desde hace 12 días.

La ofensiva desencadenada por Hamas dejó hasta el momento en Israel más de 1400 muertos y miles de heridos, mientras que en la Franja de Gaza, donde gobierna el grupo islámico, permanecen cautivos entre 200 y 250 israelíes secuestrados por las milicias. En tanto, los bombardeos lanzados por Israel en respuesta al letal ataque del 7 de octubre dejaron ya más de 4000 muertos palestinos.
Tras el bombardeo a un hospital que dejó cientos de muertos, por el que Israel y las milicias palestinas de Hamas se acusan mutuamente, Israel autorizó el envío de comida, agua y remedios desde Egipto a la Franja de Gaza. Washington empezó a enviar ayuda militar adicional a Israel, un anuncio que Hamas equiparó a una «agresión» contra los palestinos, y Joe Biden se mostró junto a Benjamin Netanyahu.
Hubo amenazas de bomba en las Embajadas de Israel y Estados Unidos en Buenos Aires, que fueron evacuadas y en los operativos descartaron la presencia de explosivos.