Durante los días previos se hablaba de un empate técnico entre LLA y el peronismo en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, con el correr de las horas, el justicialismo empezó a mejorar sus pronósticos y Axel Kicillof planea encabezar un acto al cierre de la jornada. ¿Será un discurso de ganador?

Fuerza Patria armó su búnker en el Hotel Grand Brizzo de La Plata, en la esquina de 10 y 51, en pleno corazón de la capital bonaerense. Ahí mismo, sobre la vía pública, el gobernador Axel Kicillof armó un escenario con pantallas gigantes donde planea hablar al finalizar la jornada.
Minutos antes de las seis de la tarde, hora en la que cierran las urnas, la militancia comenzó a llegar al lugar con banderas argentinas y los bombos comenzaron a resonar.
Frente al escenario, en la calzada, se ubicó una banda con trompetas y percusión que, desde temprano, empezó a amenizar la jornada.

Durante los días previos al domingo se habló de un empate técnico entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria. Sin embargo, con el correr de la jornada y las primeras bocas de urna, el peronismo mejoró su expectativas. Tal es así que, incluso minutos antes de las 18, se respiraban aires de optimismo en el búnker de Axel Kicillof.
Por estas horas, Fuerza Patria espera festejar y que el acto de Axel Kicillof sea el de una fuerza ganadora.
El gobernador estará acompañado por sus ministros, algunos intendentes, Sergio Massa y algunos referentes de La Cámpora. Sin embargo, Máximo Kirchner no asistirá al búnker de Fuerza Patria. En cambio, esperará los resultados con Cristina Fernández de Kichner en San José 1111, en la ciudad de Buenos Aires
Mucho interés de los bonaerenses: votó el 63% del padrón
Con más de 14 millones de bonaerenses habilitados, la participación alcanzó el 63% del padrón. El dato sorprende en una jornada que se preveía con baja asistencia y se da en un contexto político y económico marcado por la tensión.
UN DATO INESPERADO EN UN CONTEXTO PESIMISTA
Dicha concurrencia contradice las previsiones iniciales de baja participación. En los días previos se hablaba de un posible ausentismo, reflejo del clima de desconfianza política, la tensión social y la apatía que despertaba el proceso electoral. Sin embargo, la asistencia creció de manera sostenida a lo largo de la jornada, desmintiendo las expectativas más negativas.
De hecho, hasta el mediodía, la votación apenas había alcanzado el 29,7 % del padrón y a las 14:00 el número ascendía a un 35 %. Dos horas más tarde, ese escenario se transformó con un salto significativo: más de la mitad del electorado ya había pasado por las urnas