El paleontólogo Matías Taglioretti, miembro del equipo de investigación y curador de la colección del Museo, mencionó que, a pesar de la completitud del esqueleto, su estado de conservación no es óptimo, por lo que se decidió recuperar el material en una sola pieza. El animal pesaba 850 kilos.
Los restos fósiles de un perezoso gigante fueron descubiertos en la ciudad de Mar del Plata durante una excavación llevada a cabo por Obras Sanitarias en el área del Parque Industrial. Los restos óseos, de aproximadamente 50 mil años de antigüedad y un peso estimado de 850 kilos, son de gran importancia paleontológica según los investigadores.
El paleontólogo Matías Taglioretti, miembro del equipo de investigación y curador de la colección del Museo, mencionó que, a pesar de la completitud del esqueleto, su estado de conservación no es óptimo, por lo que se decidió recuperar el material en una sola pieza.
El hallazgo tuvo lugar el 4 de marzo cuando trabajadores de Obras Sanitarias estaban realizando labores en el predio de la ruta 88. Inicialmente encontraron huesos de la pelvis o cadera, que posteriormente se confirmó que pertenecían al perezoso gigante. El descubrimiento del resto del esqueleto se facilitó al hallar el fémur y otros huesos articulados, incluyendo dos huevos.
Tras la delimitación de los restos durante las excavaciones, se logró localizar el cráneo del animal. Para protegerlo durante la extracción y el transporte al museo, se utilizó un encofrado de yeso que sumó un total de 950 kilos junto con el esqueleto y el sedimento.
El Laboratorio de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, en colaboración con la Municipalidad de General Pueyrredón, confirmaron que los restos pertenecen a un perezoso gigante terrestre llamado «Scelidotherium Leptocephalum», cuyo esqueleto es el más completo descubierto en la ciudad.
Debido a la completitud y articulación del esqueleto, se planea exhibir la pieza de forma permanente en el Museo, realizando las tareas de preparación en su hall central debido a las dimensiones del bochón, que no permiten su ingreso al laboratorio de Paleontología.