Después de días de represión, el testimonio de legisladores, constituyentes, dirigentes y activistas sobre las horas más críticas de la provincia.   

Los reclamos y la represión en Jujuy han dejado al accionar policial en el centro de la polémica por los abusos que se dieron en las inmediaciones de la Legislatura provincial, en donde este martes el Gobierno de Gerardo Morales (radical de Juntos por el Cambio) realizó una apresurada jura de la cuestionada nueva Constitución provincial.

Mariano Ortiz, secretario gremial del Centro de Educadores de Nivel Medio y Superior (CEDEMS), en comunicación con Acción, calificó la actitud de la policía local como «espantosa» y agregó: «Las balas de goma se disparaban a la cara y no a las piernas. Así es como hay compañeros que han perdido un ojo. Los gases se disparaban a la altura de las cabezas, por eso es que el compañero Nelson Mamani recibió un impacto en la base del cráneo y está peleando por su vida. No aplicaron la fuerza para dispersar la manifestación sino para lastimar a los manifestantes».

Sobre el mismo tema, Natalia Morales, legisladora provincial y convencional constituyente del Frente de Izquierda, también relató a Acción que luego de ser desalojada la plaza, las detenciones continuaron por los barrios, en donde las fuerzas de seguridad «ingresaron a las casas».

Ortiz confirmó que la represión siguió por «otras tres horas» y que «nunca se vivió algo similar en Jujuy». «Nosotros nos veníamos replegando y la policía venía detrás cazándonos. Hubo grupos que se fueron hasta barrios bastante alejados de la zona de los incidentes. Pasaban las camionetas deteniendo distintos grupos de gente que veía reunida. Vi policías pateándole la cabeza a personas que estaban en el piso», detalló.

Vale recordar que el conflicto, que ya venía desde hacía semanas, se había intensificado el viernes pasado cuando las comunidades indígenas, también perjudicadas por la reforma constitucional, salieron a cortar distintas rutas de la provincia. Allí se dieron los primeros enfrentamientos y detenciones arbitrarias.
La legisladora Morales, presente en uno de los 19 cortes, comentó que la detuvieron en Purmamarca sin importarles su cargo, y que cuatro personas la «arrastraron más de 20 metros», en un procedimiento en el que también demoraron a periodistas, menores y hasta a un turista.

Entre los menores heridos ese día se encuentra Mijail Lamas, estudiante secundario perteneciente a la comunidad indígena de Chalala, quien perdió un ojo a causa de las balas de goma. Su hermana Aylén comentó para Radio Urbana Play cómo fue la situación: «Mi hermano fue al corte en apoyo a la comunidad junto con unos compañeros. Cuando comienzan los disturbios se corre de la zona porque había quedado atontado por los gases y se sienta al costado. Cuando se levanta, ahí recibe dos balazos, uno en el cuerpo, el otro en el ojo».

El secretario gremial de CEDEMS explicó que una mecánica habitual por parte del gobernador cada vez que surge un conflicto es echarle la culpa a Milagro Sala, lo que el gremialista considera «una falta de respeto hacia el sector docente. Nos trata de marionetas. Cuando la realidad es que estas medidas y todo lo ocurrido fueron producto de un enojo popular».

Por su parte, la legisladora rechazó tajantemente la hipótesis de que la protesta haya sido orquestada por sectores kirchneristas al señalar que «el PJ estuvo sesionando, mientras afuera se daba la represión». Además, detalló la variada conformación de los grupos que se manifestaron: «En algunos cortes van las familias de los pueblos, también los maestros y estudiantes. En otros lugares hay más comunidades indígenas. O en la ciudad de San Salvador se sumaron los estatales».

El litio y la tierra
Sobre las verdaderas motivaciones por las que el Gobierno de Jujuy quiso imponer esta reforma, la mayoría de los consultados aseguran que tiene que ver con una demostración de fuerza en la interna y para imponer una agenda de derecha. Sin embargo, otro elemento mencionado es la discusión por las tierras destinadas al agronegocio y la extracción del litio.

Sobre el tema, Apu Condori, músico folclorista e integrante del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM), muy en contacto con las comunidades indígenas, relató a Acción que finalmente la gente se dio cuenta de que con esta reforma corre riesgo la propiedad de sus tierras: «Quieren derogar la “Ley veinteañal” que es para tener la posesión de las tierras. Acá la propiedad no es privada, es comunitaria. De todas las comunidades, solo diez tienen el título de propiedad que les dio el Instituto de Asuntos Indígenas, el resto tiene todo precario. A toda esa gente se les quiere sacar la tierra para los emprendimientos turísticos y de explotación de litio. Ya ha sucedido en otros pueblos pequeños en los que les dieron títulos individuales, no comunitarios, pero al tiempo se dieron cuenta de que solo eran por unas pequeñas parcelas y no de todas sus tierras».

Otro que también se manifestó sobre el tema fue Carlos «El Perro» Santillán. El histórico dirigente cargó también contra Morales, en declaraciones para Radio Con Vos: «El pueblo de Jujuy apoyó en su momento a Morales. Entonces avanzó sobre el tema del control de la protesta social. Sacó un código contravencional que la limita. En caso de protesta callejera uno debe desalojar ante la orden policial. La sanción puede ir desde una multa, realizar trabajo social, hasta la cárcel misma. Esto ya estaba siendo aplicado, por eso la gente siguió quieta, pero por temor. Y todo en un contexto de empeoramiento social, con inflación y con sueldos que Morales determinaba. Porque no ha habido posibilidad de discusión en estos ocho años».

De esta manera, Santillán relató cómo comenzaron las protestas de los docentes hace 15 días, que derivaron en la actual situación: «Así se llegó a este momento de hartazgo. Con sindicatos con nuevas conducciones. Por eso fueron los docentes los que salieron a la calle. Pero no fueron 15 o 20 delegados, salieron todos. Nunca en Jujuy habían parado así los docentes. Y lo que pedían era que los reciban para hacer la paritaria. Lo que pedían era un salario acorde con la canasta familiar. El conflicto continuó, la gente apoyó a los docentes y en ese interín se avanzó con la reforma constitucional. Una reforma que no la conocía nadie, ni el pueblo ni los constituyentes».

Fuente: (Acción.coop)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *