Durante noviembre, la suba en el precio de los alimentos se desaceleró con relación a los meses previos. Un pequeño respiro, en un contexto en el que la elevada inflación golpea con mayor impacto a los sectores de menos recursos.
El índice de alimentos y bebidas que releva la consultora LCG presentó una suba del 3,5% en las primeras cuatro semanas de noviembre, medido de “punta a punta”. Se trata del incremento más bajo en lo que va del año para este indicador, si se lo compara con las mismas semanas de cada mes.
“En la cuarta semana de noviembre el índice cerró con un aumento de precios del 1% semanal, acelerando 0,3 p.p. respecto a la semana previa. La inflación promedio mensual desaceleró por sexta semana consecutiva, ubicándose en 4%, el menor valor en cuarenta y tres semanas (finales del mes de enero)”, señalaron desde la firma.
“Esta semana el porcentaje de productos con incrementos de precios volvió a disminuir, ubicándose en un 17%. El promedio de las cuatro semanas se ubica en un 24%, lo cual significa que todos los productos de la canasta tendrían al menos un incremento de precios en algo más de un mes”, agregaron.
Tal como se desprende del estudio, en lo que va de noviembre, las frutas encabezan las subas, con un alza de 12,5%. Le sigue “azúcar, miel, dulces y cacao” y “comidas listas para llevar”, con 6,9%. Los “productos lácteos y huevos” subieron 6,3%. Las carnes, en tanto, treparon 1,4% y las verduras, 0,1%.
Al analizar los factores que pueden incidir en este escenario, Damián Di Pace, director de Focus Market, señaló que “hay tres motivos que influyen en esta desaceleración del precio de los alimentos”.
“Un motivo importante es que en octubre aumentaron mucho: la canasta básica alimentaria aumentó 9,3%, por lo que muchos sospecharon que fue un adelantamiento de precios ante la posibilidad de un congelamiento futuro”, sostuvo Di Pace a Ámbito, y agregó: “Por otro lado, se da una situación en la que el consumo masivo está cayendo: cae en grandes superficies y en pequeños formatos. El consumo en alimentos cayó 6,5% en octubre, por lo que tampoco hay mucho más margen para poder aumentar”.
“Y el tercer motivo fundamental, claramente, tiene que ver con que los Precios Justos, de alguna manera, estabilizaron en algunas bocas de expendio esos alimentos que venían subiendo mucho”, agregó Di Pace.
De todas formas, esta “tregua” en el precio de los alimentos sería pasajera. “En diciembre hay muchas categorías de productos, sobre todo las vinculadas a las Fiestas, que se van a acelerar. Sin ninguna duda. En algunos puntos de venta, que son las grandes superficies comerciales que están dentro de los acuerdos de precios, ahí se va a poder encontrar precios más baratos. Pero en el resto de los comercios, se va a ver una aceleración en los precios”, remarcó Di Pace.
Qué esperar para 2023
Si bien en octubre los alimentos se ubicaron levemente por debajo del nivel general de la inflación (subieron 6,2%, frente a un IPC que trepó 6,3%), en lo que va del año la tendencia es otra: en los primeros diez meses del año, los alimentos subieron 80%, mientras que el aumento del IPC fue del 76,6%.
En ese escenario, desde la consultora Ecolatina analizaron días atrás cómo impactó la inflación en los ingresos de los argentinos. “Los sectores de menores ingresos estuvieron relativamente más golpeados producto de la dinámica que adoptó la aceleración de precios, y también fueron los que peor performance tuvieron respecto a la evolución de sus salarios”, remarcaron desde la firma.
En tanto, de cara al 2023 y al proyectar qué puede ocurrir con los precios de los alimentos, desde Ecolatina destacaron: “Producto de la sequía y de un precio de la carne vacuna que podría comenzar a revertir su rezago en los primeros meses del año que viene, los riesgos para los hogares de menores ingresos sobre un aumento de los alimentos por encima del promedio siguen latentes”.
“Si bien esta tendencia podría verse morigerada parcialmente por la puesta en marcha del programa ‘Precios Justos’-con mayor incidencia en el consumo masivo, y especialmente en alimentos procesados-, esperamos que se mantengan las demandas sociales por ingresos que el mercado laboral no llega a solventar y que persista el efecto ‘trabajador adicional’ frente a una inflación que continuará en registros elevados”, concluyeron.