JP Morgan apuntó a Buenos Aires como decisiva para el rumbo económico de Milei. Kicillof, desde Pilar, defendió otro modelo: inversión pública versus especulación.

JP Morgan volvió a señalar a la provincia de Buenos Aires como el escenario electoral más relevante en el corto plazo para el rumbo económico de la Argentina. En su informe “Argentina Equity Strategy”, el banco de inversión estadounidense calificó a los comicios provinciales del 7 de septiembre como “un evento clave”, y estimó que un triunfo de la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO podría fortalecer las perspectivas del Gobierno de Javier Milei de cara a las legislativas nacionales de octubre.
“La política está en primer plano, donde la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO podría llevar a una victoria”, evaluó el documento, que identifica esa contienda como una bisagra para consolidar el programa económico. El informe también sostuvo que “las encuestas indican que el partido gobernante tiene buenas probabilidades de desempeñarse bien, con una recuperación económica que impulsa la confianza”.
Ese mismo martes, y sin referirse al diagnóstico de JP Morgan, el gobernador bonaerense Axel Kicillof planteó una mirada distinta sobre el contexto nacional. Durante un acto en Pilar, donde entregó móviles policiales, afirmó: “En estas elecciones no se elige entre personas, se elige entre timba financiera o nuevos patrulleros, escuelas y hospitales”.
Kicillof contrastó así dos modelos de país: uno basado en la inversión pública, la producción y la seguridad, y otro centrado —según definió— en la especulación financiera y el ajuste. “Nos quieren hacer creer que se puede gobernar sin Estado, pero cuando hay problemas, es el Estado el que da respuestas”, agregó.
Desde la perspectiva de JP Morgan, en cambio, una victoria oficialista en Buenos Aires allana el camino para la continuidad de las reformas, la eventual eliminación de controles de capital hacia fin de año y una posible reclasificación del mercado local en 2026 por parte del índice MSCI. El informe subrayó que los inversores muestran un “renovado interés” por el país, aunque advirtió que el futuro del programa económico depende del escenario político tras las elecciones de octubre.
La provincia de Buenos Aires concentra más de un tercio del padrón electoral nacional. Su resultado tendrá impacto directo sobre la correlación de fuerzas en el Congreso y, por lo tanto, sobre la viabilidad del paquete de reformas estructurales que el oficialismo busca sostener. En ese contexto, tanto la visión del banco como la del gobernador reflejan dos diagnósticos opuestos sobre las prioridades y el rumbo que debería tomar el país. (DIB)