El Gobierno sostiene que las diferencias entre la vicepresidenta y la ministra de Seguridad son clave en la disputa interna de La Libertad Avanza.

La Casa Rosada acusó a Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación, de intentar sacar rédito político de las tensiones con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Según fuentes del Ejecutivo, Villarruel busca ganar respaldo entre sectores militares en medio de una disputa interna por el manejo de áreas sensibles como Seguridad y Defensa.

El conflicto escaló esta semana tras los comentarios de Villarruel en X (antes Twitter) sobre la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela. En su publicación, la vicepresidenta señaló: «Jamás lo habría autorizado a ir. Lo que está ocurriendo es tristemente obvio, pero como no soy del área de seguridad, no opino de sanciones ni acciones que debieran tomarse».

Bullrich no tardó en responder, acusándola de oportunismo político: «Resulta vergonzoso que utilice a Agustín Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada».

Desde Balcarce 50 calificaron las declaraciones de Villarruel como «inapropiadas» y aseguraron que el enfrentamiento con Bullrich forma parte de tensiones latentes desde el inicio de la gestión, cuando Javier Milei asignó ambas áreas a la ministra de Seguridad.

El caso del gendarme detenido en Venezuela

El Ejecutivo confirmó que localizó el establecimiento donde se encuentra detenido Nahuel Gallo y expresó preocupación por posibles actos de tortura. Según fuentes gubernamentales, se establecieron contactos diplomáticos con Brasil y el Papa Francisco para negociar su liberación.

Por otro lado, el entorno de Villarruel argumenta que su respuesta en redes fue malinterpretada y que no buscaba emitir un pronunciamiento político, sino responder a un usuario.

En el seno del oficialismo, la disputa va más allá del caso del gendarme. Según trascendió, la Casa Rosada busca apartar a Villarruel del armado de listas para las elecciones legislativas de 2025, con el objetivo de consolidar a Eduardo «Lule» Menem como armador nacional y a Sebastián Pareja como referente bonaerense.

Villarruel, por su parte, no descarta la creación de un espacio político propio a futuro, aunque asegura que sigue comprometida con el proyecto de Milei: «Estoy para acompañarlo en el lugar que me necesite».

Villarruel también enfrenta críticas por el inminente aumento de los sueldos de los senadores, que alcanzarían los $9.500.000 mensuales en enero. Desde su entorno, aseguran que la vicepresidenta no tiene incidencia en estas decisiones.

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