Preocupa la situación que comenzó a registrarse en los últimos días en la ciudad de La Paz, donde una de las cadenas de electrodomésticos más conocidas del país que funciona en la localidad, comenzó a achicar personal. En medio de los despidos, el sindicato de empleados de comercio respaldó al secretario general Cavalieri en su acercamiento y aparente pacto con el gobierno de Milei.

Cavalieri – Ruberto – Flores

La ciudad de La Paz tiene, en su génesis economía, un fuerte componente de la actividad comercial a la que se conoce como el “motor” de la economía local. Hablamos mayormente de pequeños y medianos emprendimientos comerciales, en su mayoría empresas familiares, aunque también en las últimas décadas, la ciudad no fue excepción de la radicación de cadenas y franquicias con mayor capacidad operativa, comercial y empleadoras.

En ese sentido, cada vez que la economía del país experimenta cambios bruscos ligados al poder adquisitivo y capacidad de consumo de la población, los efectos en la localidad ubicada en el norte de Entre Ríos, son casi inmediatos.

En el comienzo de la era Milei y tras los anuncios ligados al mega DNU y el proyecto de ley Ómnibus, La Paz ya comienza a resentir su realidad laboral. Tal es así que, desde la semana pasada y comienzos de esta, se registran despidos en  el sector mercantil. Este lunes, al menos dos  empleados de la cadena Musimundo recibieron la notificación de su desafectación.

En medio de este clima de época, se escucharon declaraciones de referentes gremiales. A nivel provincial, el secretario General de OSECAC, Daniel Ruberto habló luego de conocerse algunos números preocupantes con respecto a despidos que ya comenzaron a registrarse en la capital entrerriana ya que las cadenas de electrodomésticos fueron noticias en este final de 2023 con achiques de personal en sus distintas sucursales. El sector ya ha visto cerrar sus puertas a dos cadenas que tenían sucursales en Paraná: Ribeiro y Garbarino. En las últimas horas se conocieron datos de los primeros despidos del 2024 en ese sector. Ruberto lo justificó: «generalmente las empresas de venta masiva evalúan anualmente cuánto vale su inversión, y tienen una media de cuántos empleados requieren para cuántas ventas. Sucede esto que en diciembre hay achiques de personal por bajas ventas, o porque la base de la exigencia es contar con un buen vendedor, y evaluarán que uno no es tan buen vendedor como otro”. El dirigente del Sindicato de Comercio planteo que «esto sucede anualmente con estas y similares empresas de ventas masivas».

Si se buscan datos que el propio sector gremial posee en sus archivos, vamos a ver que Ruberto miente. Durante la era Kirchnerista, los empleos en ese sector específico de electrónica y afines, llegaron a multiplicarse. En otros rubros ligados a juguetería e indumentaria, se tomaban empleados temporales e incluso, posterior a las fechas festivas, muchos de esos empleados pasaban a formar parte del registro o blanqueo que impulsaba la patronal. Lo mismo podríamos verlo en el sector turístico, el cual hoy se ve seriamente resentido en cuanto a los niveles de recaudación y posibilidades de ampliar la oferta laboral temporaria que se evidenciaba en modelos de gobiernos anteriores.

No es verdad que se achica personal solo por la estrategia de venta de fin de año. Esto es diametralmente coincidente con modelos de consumo o modelos restrictivos, con impulso a la actividad o enfriamiento de la economía. Sin embargo, lo ducho por Ruberto también tiene eco en otros referentes gremiales de Comercio. Este es el caso de Daniel Flores en La Paz, quien diera a publicidad un comunicado oficial, respaldando absolutamente la posición adoptada por Cavalieri a nivel nacional. El ruido del comunicado de Flores (OSECAC La Paz), tiene que ver con el momento en que se expide, justo cuando conciudadanos suyos comienzan a recibir, lo que se sabe, son los primeros telegramas de despido.

En sus palabras y haciendo alusión al modelo que propone Javier Milei, el secretario gremial Daniel Flores subraya que: «Este gobierno fue elegido para terminar con una matriz de corrupción que envuelve a la mayoría de las instituciones argentinas, de las cuales el sindicalismo no es una excepción y nuestra filial quiere marcar una postura muy clara e indeclinable al respecto».

El Comunicado

La Paz vive, tal como en la mayoría de las localidades del país profundo, una inmensa incertidumbre y preocupación respecto del avance de una política en detrimento de los derechos básico del sector trabajador. Lo denuncia en redes sociales, lo manifiesta en cacerolazos, lo canaliza a través de sus representantes. En el «mientras tanto», comienzan los despidos y ésta pequeña comunidad netamente comercial, ya lo está sufriendo.

La imagen que aparece mientas se escriben éstas líneas tiene que ver con tres carriles, cada uno de ellos parecieran tener rumbos distintos. Bifurca en los intereses de quienes lo transitan y lo que ofrecen al llegar a destino. Tres caminos de poder. El más fuerte, aquel por el que camina el pueblo. Los otros dos, dependientes del camino popular. Entre ellos, cada tanto, surgen abismos.

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