La información que trascendió al inicio de esta semana en La Paz, habla de la posible existencia de irregularidades en el funcionamiento administrativo del Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEYOM), el gremio de mayor representatividad en la ciudad. Según lo expresa un grupo de afiliados, «desde hace tiempo que no se sabe nada de las condiciones económicas en las que funciona la entidad y todos los meses se suman comentarios que expresan la disconformidad con la manera en que se defienden los intereses de la familia municipal». «Cada vez estamos peor y nadie hace nada», dicen.

En medio de fuertes rumores por el desorden y la existencia de presuntas irregularidades en el manejo de los fondos que aportan los afiliados al sindicato, se habrían producido dos renuncias importantes, la del tesorero, Pedro Sarubi y la secretaria quien había sido contratada por la conducción actual, Cecilia Díaz.

Díaz era la encargada, entre otras tareas, de registrar las solicitudes de Órdenes de Compra por parte de los trabajadores agremiados. En tanto Sarubi llevaba el control de las finanzas. Dos tareas sensibles al funcionamiento de la entidad. Aún no se conocen los motivos de sus presuntas renuncias.

Los problemas de fondo

Las críticas al funcionamiento del sindicato que, hace más de 17 años está bajo la conducción de Hugo Rafael Segovia, se fueron incrementando en los últimos años. Posibles acomodos a familiares y poca representatividad ante el ejecutivo al momento de negociar incrementos salariales, son las más importantes, aunque ahora sobrevuelan cuestiones que podrían estar ligadas a irregularidades o hechos de corrupción que, según indican los propios empleados, deberán esclarecerse lo antes posible.

«Es hora de abrir el gremio y transparentar todos los números. Es algo que no se hace. Tenemos que conocer muy bien la situación económica y esa obligación la tiene la conducción. Hay que mostrar los convenios, lo que ingresa usualmente y los compromisos que afronta la institución. Estamos muy mal, en lo que respecta a la defensa de nuestros compañeros y compañeras, el derecho a un salario más o menos digno y a las condiciones laborales. Acá en La Paz, te roban, te explotan y te morís en el ámbito municipal y nadie hace absolutamente nada para que ésto cambie», expresa indignada una trabajadora agremiada, con una importante antigüedad dentro del gobierno esa localidad.

Nepotismo

Uno de los cuestionamientos más grandes que siempre le hicieron a Segovia, tiene que ver con el nepotismo existente en su gestión. Ahora eso parece agravarse porque a los familiares que ya venían desempeñándose dentro del SEYOM, a partir de las recientes renuncias, se suman más familiares. En estos momentos trabajan: la hija, el hijo y ahora también la nuera de Segovia.

«Hay mucho enojo dentro del municipio por esta situación. Hugo lo sabe, pero como nunca nadie pidió una intervención ante las irregularidades, siguió haciendo lo que él quería. Este es el momento de solicitar que se transparente toda lo que envuelve a nuestro Gremio. Estamos en la indigencia los municipales y todas estas cuestiones nos perjudican aún más», culmina la trabajadora.

La olla se destapa justo en momentos en que el malestar de la familia municipal es generalizado luego de haber sido ningunados por el ejecutivo (patronal) que les dejó «colgado» el aumento de abril y aún no logran recuperar poder adquisitivo desde el año pasado.

Intendente Walter Martin junto a Comisión del SEYOM (imagen de archivo)

Lo que le expresa un importante sector municipal al intendente Martin (JxER)

Al Señor Intendente, Walter Martin

Nos dirigimos a usted, empleados municipales, para expresar nuestro profundo descontento ante la falta de actualización salarial en lo que va del año.

Desde el inicio de este 2025, los impuestos municipales han sido actualizados con aumentos que reflejan el proceso inflacionario. Sin embargo, nuestros salarios permanecen sin modificaciones, situación que ha deteriorado significativamente nuestro poder adquisitivo.

Resulta aún más preocupante que se pretenda imponer un aumento salarial de bajo porcentaje, negociado por fuera de los canales legítimos, con un gremio (SEYOM) y mediante prácticas que consideramos irregulares e ilegales (acomodos familiares, eliminando sumarios a hijos del representante gremial).

Esta falta de transparencia, sumada al perjuicio económico que sufrimos día a día, constituye una grave injusticia para quienes sostenemos con nuestro trabajo el funcionamiento del municipio.

Por todo esto, exigimos una revisión urgente y justa de la escala salarial, acorde al aumento del costo de vida y mediante negociaciones legales y representativas.

De no obtener una respuesta favorable en un plazo razonable, nos reservamos el derecho de adoptar las medidas que consideremos necesarias en defensa de nuestros derechos laborales.

Sin otro particular, saludamos a usted muy atentamente.

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