Tal como estaba previsto, familiares y amigos del joven Matías Suárez, se reunieron hoy a pintar una estrella amarilla que recuerda el lugar donde, la noche del pasado sábado 22, momentos en que Matías se trasladaba en su motocicleta, un vehículo Chevrolet Vectra a muy alta velocidad y conducido por un menor de 17 años, lo atropellara en la intersección de calles French y San Martín.
Con un respetuoso silencio, la gente fue reuniéndose en la trágica intersección en pleno centro de la ciudad, acompañando el evidente dolor de familiares.
La madre del joven Matías pidió Justicia y aseguró que un chico de 17 años manejando un auto en esas condiciones, alcoholizado y posiblemente bajo efecto de otras sustancias, que lo deberá determinar la justicia, es un asesino. «Me imagino que debe tener padres, deben ser responsables por lo que sucedió», indicó.
«Nunca pensé, ni se me ocurrió que la vida de mi hijo se me iba a ir de esa manera», expresó.
Agradeció a todos los medios que se hicieron presentes y relató que , debió traer a sus otros hijos que viven en Buenos Aires sin contar con los recursos económicos. Todo se le hizo muy difícil.
Portando consigo una fotografía de Matías, la madre cuestionó la derivación del cuerpo de su hijo al hospital San Martín de Paraná ya que, según ella, su hijo ya estaba muerto. Le habían dicho que tenía muerte cerebral.
Contó que crió a sus hijos trabajando en tareas domésticas, más adelante como peluquera. Aseguró que su hijo era un chico trabajador, buena persona. «Tenía sus días malos y sus días buenos. Era delivery», contó la madre.
(Con imágenes de The Peatonal)