Es un pedido desesperado el que viene gritando una joven mujer de La Paz, víctima de violencia de género en reiteradas ocasiones. El violento, quien viola sistemáticamente las perimetrales, fue detenido y Fiscalía resolvió devolverlo a las calles. Conocé el pedido estremecedor de la víctima que tene por su vida.

La historia se suscita en La Paz, ciudad con un historial de femicidios que han alcanzado repercusión nacional, sin embargo, el accionar de la justicia en el marco de las denuncias por violencia de género, vuelve a ser titular. Es que ni un pedido desesperado ante el reiterado acoso por parte de un hombre obsesionado y violento, se puede garantizar seguridad hacia la víctima.
El duro relato de Valentina en primera persona
«Lo cuento YO porque todavía puedo. Ya es la quinta denuncia que hago. Violó la perimetral en reiteradas oportunidades. La primera vez, estuvo unas horas detenido, HORAS. Esta vez, fue a mi casa, me desesperé y salí corriendo a pedir ayuda».
«Sufrí violencia física y verbal de parte de esta persona. Gracias a un vecino y a una señora que se solidarizaron, lo pudieron agarrar y llevar arrestado, gracias a ellos que no miraron para otro lado, yo hoy puedo contar esto. Pero ¿hasta cuándo? ¿CUÁNTAS HORAS? Son horas detenido, pero para mí son horas de tranquilidad, de poder salir a la calle tranquila, poder trabajar como hago día a día, HORAS. Después, sigo con miedo».
«Su familia se comunica conmigo porque están preocupados por él. Un chiste. Una falta de respeto, unos desubicados. ¿Y yo? Yo no puedo hacer mi vida con normalidad porque esta persona está obsesionada conmigo, está mal de la cabeza. Para mí representa un peligro».
«Mañana (lunes 18/12), el Fiscal (Facundo Barbosa), resolverá la situación de él. Pido empatía y solidaridad, así como yo, hay muchas y no creo necesario contar cómo terminan las mujeres cuando no son escuchadas…»
La joven utiliza sus redes sociales y logra impactar en cientos de personas que se solidarizan con ella y, a modo de comando de solidaridad y sororidad, viralizan la publicación. Entendido que, aunque sea de ésta manera, pueden lograr frenar los actos de acoso perpetrado por el violento.
Es que ya conocen en la localidad del norte entrerriano, la vieja y retrograda historia del acciones judicial, especialmente de fiscales, ante este tipo de denuncias. Parece que nada cambia, o al menos en La Paz, esos cambios se continúan demorando. El problema de esa demora, son las vidas que se juegan en historias como la de Valentina.
Recordemos que hace unos días atrás, fue noticia policial, un nuevo acoso del mismo violento.
Detienen a un joven por golpear a su expareja
Un joven de 27 años fue detenido en La Paz por golpear a su expareja la mañana de este sábado. El hecho de violencia de género ocurrió alrededor de las 9:20 en calle Alem de La Paz. Publicaba el sitio web Infopaer
Personal de la Comisaría de Minoridad acudió al lugar ya que «una mujer había sido agredida físicamente por su expareja, quien posee medidas de restricción vigentes libradas por el Juzgado de Familia de La Paz», informaron desde la Departamental La Paz de Policía.
El agresor «se encontraba en el lugar en una motocicleta, ya que había sido demorado por un funcionario policial que se encontraba de franco de servicio, y que al ver la situación, asistió a la víctima hasta el arribo de la unidad policial», añadieron desde la fuerza.
La mujer sufrió lesiones leves y «fue trasladada a la dependencia para realizar la correspondiente denuncia, mientras que el agresor, de 27 años, fue detenido y trasladado a la Departamental, acorde a lo dispuesto por el agente fiscal en turno», comunicaron las fuentes policiales.
Por otra parte, la motocicleta fue retenida mediante actas de estilo por falta de documentación.

Valentina realizó 5 (CINCO), denuncias similares. Todas contra su ex pareja. En cada una de ellas, acercó testimonio y prueba sobre actos violentos contra su físico y su psiquis.
Sobre el acusado pesa una perimetral que insistentemente viola.
Es tal su temor que, ha compartido audios vía WhatsApp relatando minuciosamente cada detalle de lo que viene sufriendo. Al igual que en otros tristemente conocidos hechos de violencia de género en la provincia, la joven deja testimonios en primera persona.
Valentina posee un botón antipático. Nada de esto pareciese ser suficiente. Hace un mes atrás, la primera violación de la perimetral por parte del violento, llegó a la casa de Valentina, golpeó la puerta e insistentemente pedía poder verla y hablar. Ella activó el botón antipático, la policía llegó inmediatamente pero el acosador ya se había retirado. Esto hizo que la Fiscal que interviene en la causa, no pueda hacer nada. Al menos eso fue lo que le manifestó en aquella ocasión a la víctima. Una y otra vez, la violentada debe cruzarse con su hostigador, lo cual ha llevado a trabajar una vida de hostilidad permanente.
La última vez en la que vivió una situación como ésta, el violento la persiguió y la tomó del brazo ejerciendo violencia física sobre la víctima, quien pedía ayuda.
Aquí podemos observar claramente, el compromiso de la sociedad, vecinos que al ver un hecho de violencia como este actúan. Y también podemos registrar un accionar policial inmediato y ejemplar. Todas herramientas o que luego se conforman en una causa judicial. La policía como auxiliar de la justicia suma las pruebas. Posteriormente y a partir de criterios que emergen del engranaje judicial, se toman decisiones y entran en tensión los criterios o interpretaciones que llevan a tomar esas medidas. En el caso del Fiscal Barbosa que interviene en este hecho, el acusado debe estar en libertad.
Ante todo esto, la pregunta de sentido común, que en el ámbito judicial suele no ser el más común de los sentimientos, es: ¿QUÉ ESTÁN ESPERANDO?
Mientras te respondés a vos mismo/a, Valentina vive aterrada, convencida de lo que le puede suceder cualquiera de estos días, como ha sucedido en miles de historias como la de ella en cualquier rincón de este país.