Piden que Milei de un aumento. Un senador cobra más de 9 millones de pesos, mientras que en el Ejecutivo no llegan a los 4 millones.

Entre los funcionarios del Gobierno sigue la preocupación por los sueldos congelados de los ministros, secretarios y subsecretarios. Los funcionarios afectados esperan que la situación se recomponga, aunque la decisión final la tendrá Javier Milei.
Las remuneraciones en el Ejecutivo están congelados desde inicios del 2024 y por la inflación acumulada en el período, todo indica a que «los sueldos están bajísimos», indicaron fuentes del Gobierno a TN.
El principal problema que generan los sueldos bajos es la complejidad para contratar gente. «Nadie quiere poner el gancho, la firma», dijo una voz oficial al hablar sobre lo difícil que es encontrar personal capacitado para puestos dentro del Gobierno. «Tienen muchas responsabilidades y cobran muy poco», graficó otra fuente libertaria.
Desde que el Presidente comenzó su mandato, una de las banderas de La Libertad Avanza fue negar un aumento salarial en el Ejecutivo. En el círculo libertario justificaban que si la gente realizaba un esfuerzo durante los primeros meses de 2024, los políticos también.
No obstante, la situación comenzó a tornarse difícil y comenzó a ser moneda corriente, escuchar a diversos funcionarios quejarse de sus sueldos.
Es por eso que se espera que en el corto plazo los salarios tengan una recuperación, y se evite así que la planta de trabajadores del Gobierno se siga achicando. Los casos que más se ven son los de personas que dejan el sector público para pasar al privado.
¿Cómo están los salarios de los funcionarios del Gobierno?
Mientras un ministro cobra unos $3.584.006, un senador nacional recibe una dieta aproximadamente de $9.500.000.
Por ejemplo, el Presidente cobra alrededor de $4.066.018 brutos. Mientras, además de los ministros, un secretario obtiene mensualmente $3.282.709 y un subsecretario $2.981.513.
Pese a esto, la tarea podría recibir críticas, ya que el oficialismo también tiene en carpeta hacer más recortes en el Estado -alrededor de un 10%– y seguir simplificando organismos durante 2026.