Los mandatarios se reunieron en el CFI y acordaron votar Bienes Personales a pedido de la Rosada. Pichetto, furioso, abortó las privatizaciones que rechazó el Senado.
Por Pablo Dipierri
El plenario de comisiones que discute en Diputados los proyectos de ley Bases y Paquete Fiscal que aprobó el Senado arrancó este martes con un «acuerdo precocido» entre el oficialismo y los bloques dialoguistas, en una reunión que mantuvieron gobernadores, legisladores y funcionarios de Javier Milei en el CFI. Pasadas las 15:15, un integrante de la bancada que preside Rodrigo De Loredo le dijo a LPO que se firmaría «un dictamen de un solo artículo que ratifica todas las modificaciones» que introdujo la Cámara Alta.
Ese anuncio había sido sellado dos horas antes, entre los mandatarios provinciales Gustavo Sáenz, Raúl Jalil, Marcelo Orrego, Alfredo Cornejo, Claudio Poggi, Martín Llaryora y Rogelio Frigerio, junto a los diputados Miguel Pichetto, Emilio Monzó y De Loredo. Allí, los enviados de Balcarce 50 habrían sido testigos de la furia de Pichetto por enésima vez, quien volvió a pedir que no se hagan «boludeces» y no se insista con las privatizaciones que el Senado declinó.
Los gobernadores, por su parte, exigieron que se restituya Ganancias, mientras que el gobierno rogó que se insista con bienes personales. Ambos capitulos habían sido rechazados por la Cámara Alta, pero el primero comprende a un gravamen coparticipable para las provincias y el segundo es pieza fundamental para el éxito del blanqueo, según la administración central.
Fruto de ese entendimiento, el expediente contaría con el apoyo de La Libertad Avanza y el PRO, la UCR, el pichettismo, los lilitos e Innovación Federal, una manifestación previa a la sesión de que el gobierno contaría con amplia mayoría cuando se trate el despacho en recinto.
Para que el pacto entre los libertarios y la oposición amigable prosperara, la Casa Rosada tuvo que aceptar los cambios y declinar su intención de insistir con la versión votada en la Cámara Baja el pasado 30 de abril. Por eso, Martín Menem y Gabriel Bornoroni debieron allanarse a la exclusión de Aerolíneas Argentinas, Correo y RTA de la lista de empresas sujetas a privatización y la derogación de la moratoria previsional, una maniobra que anunció el senador Bartolomé Abdala antes de que comenzara la sesión del 12 de junio último.
En ese contexto, también habrá luz verde para las modificaciones a los títulos de Facultades Delegadas, Reforma del Estado y el RIGI.
No obstante, los mismos bloques del acuerdo para dictaminar sobre ley Bases planean insistir con la versión original del Paquete Fiscal. Así, meterán de nuevo los artículos de Ganancias, Bienes Personales y Gasto Tributario, que fueron rechazados por los senadores en la madrugada del 13 de junio.
Con ese telón de fondo, solo la izquierda y el peronismo rechazarían el expediente. De hecho, el jefe de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez, vaticinó que la ley terminará judicializada: «Es una ley absolutamente viciada, absolutamente arbitraria, con una enorme cantidad de visos de inconstitucionalidad y una ley que, a mi criterio, va a terminar definiéndose en gran parte de su contenido en tribunales».
Por su parte, el diputado Nicolás Massot celebró que haya cobrado forma «un acuerdo», en tiempos en que «no está de moda». Pero, al mismo tiempo, advirtió al gobierno que los acuerdos para lograr mayoría pueden ser «estables» o «circunstanciales». Un aviso del tenor que habría tenido el fastidio de Pichetto en las últimas 48 horas con el Poder Ejecutivo. (LPO)