Una multitud integrada por trabajadores, médicos, residentes y gremios del Hospital Garrahan marchó desde el Congreso Nacional hasta Plaza de Mayo, en una movilización que combinó reclamos salariales, denuncias por precarización laboral y un fuerte rechazo al ajuste del sistema de salud público.

La protesta, convocada por la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital, sumó el respaldo de gremios de la CGT, las dos CTA y organizaciones sociales y políticas y ante todo apuntó a denunciar la parálisis presupuestaria del Gobierno nacional.
«Los salarios están por debajo de la canasta básica», advirtieron los gremios, que también denunciaron la falta de insumos, la sobrecarga horaria y la negativa del Ejecutivo a pasar a planta al personal contratado, subrayando la idea de que sin salud pública de calidad, no hay futuro.

En una tarde cin mucho frío, la columna principal partió desde el propio hospital, en Parque Patricios, con una parada frente al Congreso, y desde allí avanzó por avenida de Mayo rumbo a Casa Rosada, hacia donde se dirigieron por separado muchas otras organizaciones.
Mientras tanto, el Garrahan no se detuvo: en simultáneo con la marcha, se realizaron cinco cirugías de alta complejidad, entre ellas un trasplante hepático infantil y neurocirugías. La protesta incluyó un paro de 24 horas, aunque se garantizó la atención de urgencias y pacientes internados.
La UBA también expresó su apoyo y cuestionó las modificaciones al régimen de residencias médicas impulsadas por el gobierno, al considerar que eliminan derechos laborales y afectan la calidad del sistema público.