Juan Puccio tiene 31 años y hace nueve que trabaja en Anses, en calle Rioja al 1100, atendiendo a la ciudadanía que se dirige a las oficinas en busca de la contención del Estado. “Me enteré del despido porque no podía ingresar al sistema”.
Por Gisela Gentile
El telegrama de despido de Juan Puccio tiene fecha del 21 de marzo pero, como no le llegó a tiempo, el viernes 22 concurrió a cumplir con su jornada laboral habitual en las oficinas de Anses, ubicadas en Rioja al 1100 de la ciudad de Rosario. Realizó su trabajo de atención al público, como lo hace a diario y, al finalizar su horario, ante el rumor de despidos repentinos, intentó ingresar a su legajo y se encontró que había sido bloqueado. Así, se enteró Juan que había sido despedido.
“Es totalmente arbitrario, nos enteramos de una manera muy fea porque no podíamos ingresar a nuestro legajo y al sistema. Eso nos dio un indicio de que estábamos despedidos porque a otros compañeros de otros lugares del país les pasó lo mismo y ya contaban con un telegrama” comentó Juan Puccio en diálogo con Conclusión.
El nunca esperado papel que oficializaba la drástica decisión estuvo bajo su poder el pasado lunes. “Todos son iguales, prescindimos de su servicio, liquidación final y haberes a disposición. No hay invocación de causal de despido, no hay sumariados, nada. Es despido directo”.
Sin comunicación y de manera arbitraría Juan se enteraba que dejaba de trabajar en Anses luego de 9 años de servicio y ser parte de la plata permanente. “No es solo un despido arbitrario, sino que además es violento. En Rosario son cinco los compañeros que fuimos echados”.
Fuentes de trabajo que se pierden y una entidad pública que comienza a desguazarse. “Detrás de estas decisiones se esconde la quita de derechos para la ciudadanía. A medida que van despidiendo trabajadores, la gente se va a quedar sin derechos. Las personas que hoy por hoy tiene el derecho de hacer un trámite, cobrar asignaciones o algún programa se van a quedar sin esos beneficios”.
Este parece ser el inicio de un proceso de larga y extensa lucha. “No le vamos a permitir al Gobierno nacional que avasalle nuestros derechos como trabajadores y que se atropelle los de la ciudadanía que día a día viene a hacer sus trámites a ANSES”.
“Esto está hecho al tijeretazo, a la motosierra o como quieran llamarlo, pero no tiene ningún tipo de coherencia con el relato que emanan desde el Estado nacional porque no somos ni ñoquis, ni sobramos. Estamos marcando todos los días de nuestras vidas, de siete y media a tres y media de la tarde, para cumplir un rol fundamental en la sociedad que es brindarles respuesta a los sectores más vulnerables de nuestro pueblo”.
Para culminar Juan enfatizó que junto a sus compañeros no van a moverse de su reclamo. “Queremos la reincorporación ya. Vamos a estar en la calle donde tengamos que estar, tratando de visibilizar lo más posible. Además, convocamos al conjunto de la sociedad. Los mismos beneficiarios ya nos están dando palabras de apoyo, gente que hemos atendido, les hemos resuelto trámites complejos. Están muy tristes con la noticia porque son personas que, en mi caso particular he atendido personalmente, por lo cual me han expresado su total apoyo a nuestros reclamos”, concluyó.