Luisa, sus hijos y esposo fueron desalojados de una casa donde vivían y se fueron en medio de la noche al barrio El Perejil para dormir debajo de un árbol. Una vecina los vio y amparó para que no pasen frío. Necesitan ayuda de la comunidad.
Luisa, sus dos hijos y esposo, el lunes por la noche fueron desalojados de una casa donde vivían en la zona de la Toma de Paraná. La familia estaba solo con lo puesto y no tenía a donde ir, fueron hasta el barrio El Perejil, buscaron reparo debajo de un árbol y se cubrieron con toldos. Al ver esa situación una vecina los ayudó y los albergó en su casa.
“Nunca me imaginé que los vecinos me iban a ayudar así, tenía una casita y nos sacaron, nos habíamos quedado sin nada”, dijo Luisa a Elonce al detallar que se habían preparado para pasar la noche en el frío y gracias a la solidaridad consiguieron reparo.
La mujer muy emocionada, con lágrimas en sus ojos, sostuvo que “sueño que mis hijos puedan estudiar, no pasen lo que viví yo, y que con esfuerzo puedan tener una buena vida”. Detalló que su hija de grande quiere ser con ser bombera o policía y “la voy a acompañar para que pueda cumplirlo”.
En tanto, Ester, una vecina del barrio que se hizo eco de la situación de Luisa, sostuvo que “ a través de otra vecina que nos contó sobre el hecho y pidió ayuda, nos enteramos lo que vivía Luisa pueda e inmediatamente dijimos que con lo que podamos asistirla íbamos a estar”.
“La vecina los vio a Luisa, al señor y niños acostados debajo de un árbol y tapados con toldos. No pudimos dormir en toda la noche sabiendo que estaban pasando frío, porque sabemos lo que se siente y no es nada lindo”, dijo al sumar que “solicitamos cosas para que ellos puedan tener un reparo”.
«Luisa necesita de todo, camas, colchones, chapas, toldos para conseguir hacer un ranchito. Nos pueden mandar al Facebook Merendero los chicos del Perejil o al 3435 307 038. Luisa está pasando por un gran dolor y nosotros queremos ayudarla», dijo Ester.
Ester es un ejemplo de vida y solidaridad: desde hace años ayuda a todos los de la zona y se transformó en la referente barrial: “Martes, jueves, viernes y sábados damos la copa de leche y cuando podemos damos alguna vianda. Unos 120 chicos vienen a las 17:30 a tomar la leche”, dijo al sumar que a través de la Municipalidad obtienen la copa de leche, refuerzo alimentario y también gracias a donaciones del Banco Solidario”, agregó.
«Nos cuesta mucho y a veces sacamos dinero de nuestro bolsillo para poder comprar insumos”, cerró.
Fuente: (Elonce)