La capital entrerriana amaneció cubierta de humo y olor. “Quemaron en la parte de abajo del basural, los municipales lograron apagarlo, pero lo vuelven a prender”, aseguró uno de los hombres que trabaja en el Volcadero. El pedido a quienes se quejan por el humo.
Una densa humareda cubrió a Paraná durante la mañana de este jueves. Elonce fue hasta El Volcadero, el basural a cielo abierto de la capital entrerriana, donde se originó un incendio cuyo humo avanzó hacia la ciudad.
“Quemaron en la parte de abajo del basural, los municipales lograron apagarlo, pero lo vuelven a prender”, aseguró uno de los hombres que suele ir a diario al Volcadero en busca de comida para alimentar a sus animales. “Hoy de mañana no se podía estar por el humo de la quema de la basura, pero hay que aguantar y se viene igual a trabajar porque no hay otra cosa”, expuso Ramón Clemente.
En tanto, un empleado municipal radicado en barrio San Martín, destacó que “el humo es de todos días y los que prenden fuego son los últimos que quedan” en el basural. “Donde se prende una vez, arde todo y no hay cómo apagarlo”, remarcó.
“Y hay que estar acá. Es como el infierno porque las 24 horas son de calor y humo, y hay días en los que también hay fuego que no se aguanta”, explicó el trabajador.
Para el municipal, son los recuperadores de residuos los que encienden el fuego en El Volcadero. “Todos los días discutimos con ellos, pero es para problemas porque no entienden; un día los retamos para que no prendan fuego y al otro, está todo prendido fuego de nuevo. Apagamos en un lado y prenden en otro”, señaló al comentar que, por la tarde, suele haber hasta más de 70 personas, sin contar las que se acercan a la noche.
El pedido a quienes se quejan por el humo
Nahuel, un joven de 23 años que, según contó a Elonce, desde los 6 años acude al vertedero en busca de plástico y cartón para vender, dio cuenta de la realidad que rodea a quienes viven de la basura. “Tenemos que estar todos los días, porque al pan hay que llevarlo igual a la casa y la comida para los gurises”, explicó y destacó que las personas “se acostumbran al humo, al frío, a todo”.
Fuente: (Elonce)