Atilio Benedetti, no sólo es un pusilánime congénito, sino además y a unísono, un ruin traidor a la causa y doctrina de la UCR, como a sus principios y tradiciones identitarias.

La verdad sea dicha sin ambages, no amerita malgastar el valioso tiempo ni derrochar tinta en un personaje de esta calaña, ícono del más acendrado individualismo y voracidad patológicas de poder, pero también de la más excecrable de las traiciones como la vivida en el día de ayer, cuando como legislador “radical” no acompañó en el recinto con su voto a una mayoría de diputados nacionales de variopintos partidos, que dieron luz verde a la creación de una comisión investigadora de la mundial y tristemente célebre cripto estafa a través del lanzamiento de la meme coin $LIBRA, que tuvo como primer y principal promotor al mismísimo presidente Javier Milei, habiendo generado decenas de miles de damnificados, mega defraudación que contó con la participación necesaria, entre otros, de Karina Milei y el “vociferador” oficial Manuel Adorni, a través de oscuros y marginales personajes del mundo de las ladri-finanzas, como el estadounidense, Hayden Davis.
La gravísima y deleznable inconducta partidaria del diputado nacional Benedetti quedó una vez más expuesta, no sólo al haber rechazado con su voto negativo la creación de la comisión parlamentaria encargada de llevar adelante la investigación de la monumental estafa, sino también obstaculizando la instancia de interpelación de los Ministros Franco, Caputo y Cúneo Libarona, sino también del titular de la CNV, Roberto Silva.
La mayúscula defección de Benedetti en esta y otras tantas oportunidades, nos constriñen por íntimas y arraigadas convicciones éticas y republicanas a sus correligionarios, no sólo a manifestar nuestro más enérgico repudio a su rastrera e incalificable actitud, sino a promover su expulsión del partido, puesto que no es un tema menor ni intrascendente, tratar -como hizo-de no habilitar la investigación de un hecho de corrupción tan grave y antirepublicano como el señalado.
Le cabe como nunca al diputado Benedetti aquellas sabias y profundas reflexiones del gran Joaquín Castellanos: “los pobres hijos de una vida mínima, que en toda conmoción ven un desorden, son incapaces de entender el orden superior de una vasta convulsión”
Haga, de una vez señor diputado, un inestimable y necesario servicio a la patria: retírese de la política o, si tiene volúmen testicular, que lo dudo, renuncie a la UCR y afíliese ya mismo a las huestes libertarias o a las de sus socios políticos del PRO. Espero que nos demuestre que tiene, aunque más no sea, un mínimo de dignidad. Sin respeto ninguno, me despido de usted con malestar ciudadano e indignación radical.
(Rubén Pagliotto, integrante orgulloso y feligrés de UCR ACTIVA).