El secretario general del gremio, Antonio Donello, señaló que crecen las cesantías en el sector metalúrgico. Se profundiza la crisis de la línea blanca. A nivel nacional, también hubo despidos en las rama del neumático.

Por la recesión, crece la pérdida de empleos por vía de despidos, ceses de contratos o retiros voluntarios en la región. Desde la Unión Obrera el gremio metalúrgico de Rosario (UOM), estiman que desde comienzo de año se perdieron al menos mil puestos, entre efectivos y contratados.

El secretario general de la UOM local, Antonio Donello advirtió que “en línea blanca hay un bajón muy grande” ya que quedaron cesantes muchos empleados contratados. “Hay muchos retiros voluntarios, perdimos cerca de mil empleos, entre efectivos y contratados, en la pandemia no llegamos a perder la mitad de esos empleos”, agregó.

Como lo describió este diaro hace algunas semanas, la actividad en este sector cayó casi un 50% y las empresas del sector han tomado decisiones de ajuste que impactan en cerca del 30% del personal, según señaló uno de los referentes empresarios del sector. De 1,2 millón de unidades que se producen al año en todo el país, la mayoría en Rosario, se espera que este año baje a 600 mil.

La fábrica rosarina de heladeras comerciales de El Dorado SA, que comercializa la marca de heladeras Inelro, vio recortada su actividad por una caída de las ventas a más de la mitad y suspendió a 100 empleados por tiempo indefinido.

La empresa tomó la decisión luego de una caída del 40% en sus ventas durante el primer trimestre. “Lo que hicimos fue reducir un turno. La empresa solía trabajar con dos. No hay demanda”, aseguraron.

Por su parte, otra emblemática fabricante de heladeras, la firma Briket, anunció que durante el primer trimestre redujo a la mitad a su personal por la caída en las ventas, que alcanzó el 50% en marzo. Pasó de 600 a 300 operarios.

Pero la situación es compleja en distintos sectores, como el carrocero, el siderúrgico (la semana pasada se anunció que en breve hbará una nueva parada en la planta de Acindar en Villa Constitución), las automotrices (retiros voluntarios en General Motors) y en el sector dle mueble, entre otros. En Santa Fe había 10 mil empleados registrados del sector privado suspendidos en el primer trimestre del año.

Preocupación por el Rigi

En el caso de los metalúrgicos, la preocupación se acrecienta por la posibilidad de que el Congreso apruebe, en el marco de la ley Bases, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi), un sistema de incentivos fiscales, jurídicos y cambiariaos que opera como un traje a medida para grandes grupos económicos y que presenta una competencia desleal para la industria nacional.

“No solo nos preocupa la caída de la actividad sino también lo que puede pasar con el Rigi, entregándoles la posibilidad a empresas extranjeras que importan todo y destruyan la industria nacional”, dijo Donello.

En ese sentido, el dirigente gremial explicó lo que podría suceder en caso de aprobarse ese régimen y el impacto que podría tener a nivel regional. “General Motors está fabricando y paga un montón de impuestos. Si otro le trae inversiones por 200 millones de dólares y trae todo de afuera, ¿Cómo le va a competir GM? Una empresa que deja ganancia en Argentina se tiene que ir, el otro que no deja ganancias, se queda”, ejemplificó. (La Capital)

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