La localidad de Santa Elena, en el departamento La Paz, amaneció empapelada con afiches cuya consigna reza, «Cristina – Urribarri 2023»

En tiempos en que prácticamente no hay un dirigente que pueda asegurarse el liderazgo dentro del PJ del departamento y con algunos pocos nombres que se arraigan en sus gestiones locales para intentar ubicarse en el rol de conductores rumbo al desafío electoral 2023, este domingo surgió, como el ave fénix, el nombre del ex gobernador Sergio Urribarri, en afiches que se podían observar en distintos lugares del radio céntrico y de la periferia de San Elena.
Si bien nunca desapareció del todo en el mapa de las ilusiones militantes peronistas/kirchneristas, la figura de Urribarri cuenta con una intención de voto en todo el norte entrerriano, que nada tiene que ver con las especulaciones que puedan elucubrar aquellos que lo creían «terminado» en la escena política. Más bien, todo lo contrario, el ex embajador de Argentina en Israel durante este gobierno nacional, tiene un poder de fuego suficiente como para armar a lo largo y a lo ancho del territorio provincial y lo de Santa Elena, es solo un ejemplo.
La Paz, quinto distrito (de 17), en importancia respecto al caudal de votantes en el padrón oficial. Un territorio peronista al que, el des-armador político de Bordet, hoy legislador nacional Edgardo Kueider, desarticuló completamente, hecho que desde JxC aún hoy se lo continúan agradeciendo y desde el cual, el PJ no se ha podido levantar. Continúan siendo pocas las estrategias para volver a los consensos o las mesas de unidad que, precisamente figuras como la de Urribarri, lograban conformar. No era fácil y mucho menos si hablamos del distrito paceño en donde los egos son inmensos y los resentimientos un poco más.
Con Daniel Rossi como pieza clave para enfrentar o para sumar a una posible estrategia de unidad. Con Sergio Castrillón como único legislador interviniendo en posibles armados políticos y a quien le cabe la mayor tarea de esta empresa, recuperar la ciudad cabecera en la que gobierna un Bruno Sarubi que lejos de desgastarse después de gobernar poco más de siete años, continúa sumando intención de voto, datos que surge de sondeos propios y ajenos. Claro que el joven emergente de la Juventud radical no puede repetir, pero jugará a la transfusión de esas intenciones a su posible sucesor, tarea que le demandará menos tiempo para recorrer la provincia y no descuidar el contacto con la gente de la localidad que gobierna.

Para retomar lo de los afiches en Santa Elena, con el paso de las horas se comenzó a hablar de la nueva agrupación que estuvo relacionada con la llegada de Urribarri a esa localidad en una de sus recorridas antes del multitudinario acto con la militancia paranaense en el Club Echagüe. Nos referimos a la «Corriente 17/10”, en la que se encuentran los militantes Santiago Ojeda y Luís Rebechi.
Ojeda es Profesor de Historia, ligado al gremio AMET. En cuanto a Rebechi, pertenece a ATE, cercano al dirigente nacional “Tano” Catalano, referente social, enfermero y militante kirchnerista reconocido por su tarea territorial. Éste último de había comprometido fuertemente con la propuesta del actual Senador Genre Bert, con quien lo une la pasión por el básquet y una amistad personal, aunque un gran sentimiento de defraudación en términos de acción política. Rebechi se desprendió rápidamente de aquellas líneas y volvió al llano. Aseguran que haces más de un año que no sabe nada del legislador.
Estos referentes se enmarcaron en numerosas actividades para sostener a cientos de sus compañeros y compañeras de militancia huérfanos de dirigentes. Articularon con la UTEP con proyectos de huertas, ayuda a familias vulnerables y emprendimientos enmarcados en la Economía Popular. Entusiasmados una vez más, con la convocatoria que Sergio Urribarri venían realizando en toda la provincia, Ojeda, quien actualmente ocupa un cargo en el CGE, logra darle forma a un espacio que según afirma, está dispuesto a participar de la discusión por el poder local y no pactar con un esquema de armado político que continúe atentando contra el peronismo, tal como viene sucediendo.


La primera tarea de la “17 de Octubre” se enfoca en, volver a entusiasmar a una militancia bastante agotada de promesas incumplidas y soledad. Lo debe hacer en una ciudad conducida por un gran estratega de la política, a quien ya no hay que combatir con las viejas armas que no dieron resultados, por ejemplo, las acusaciones de corrupción. Con eso y muchas denuncias más, Domingo Daniel Rossi ya lleva ganadas al menos mitad de las elecciones que lo ubicaron en la conducción del municipio y recordemos, lleva cinco intendencias (una de ellas con Urribarri en la gobernación), con una sexta casi asegurada por la inmensa intención de voto que arrastra, la que llega a superar el 53% a pocos meses del otra contienda electoral. En todo caso, elegir nuevamente ese camino de acusaciones para enfrentarlo es, en gran medida, subestimar al soberano que es quien finalmente coloca a sus representantes en el lugar que le corresponde.

Alta tarea la de Ojeda y Rebechi y su grupo que salieron con este fuerte respaldo a la figura de Urribarri como una de sus primeras acciones proselitistas en el territorio. Conocen muy bien el paño social y saben lo que a Santa Elena le falta. Se presentan muy críticos con Rossi, pero también critican fuertemente a quienes se habían presentado como alternativa para “terminar” con Rossi y sin embargo, no solo no lo lograron, sino que se borraron y solo priorizaron sus intereses personales. Cansado de este proceder, este grupo que se identifica como “Agrupación 17 de Octubre”, con una clara alusión a la Lealtad, se arremangan y salen a dar pelea.