Mientras crece la expectativa de que el programa completo sea anunciado en los próximos días para ser aprobado en el Congreso, el Presidente y su ministro de economía buscan saldar las diferencias técnicas en relación a la balanza de pagos.
El Presidente Alberto Fernández y Martín Guzmán se reunieron en Olivos el día de ayer para revisar los últimos detalles del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según pudo confirmar Ámbito. Luego de que el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Illan Goldajn confirmara que el organismo está «muy cerca con las autoridades argentinas para llegar a un acuerdo completo», crece la expectativa de que el programa completo sea anunciado en los próximos días para ser aprobado en el Congreso.
El Gobierno ultima detalles en función de las necesidades de balanza de pagos, pero sobre todo de la importancia crítica de acumular reservas al comienzo del programa. De otra forma, entienden, gran parte de la gestión correría el riesgo de naufragar. La discusión es sobre el escalonamiento de esos desembolsos. Cuanto mayor la suma al comienzo, más chance de no tener que andar peleándose con los negociadores del FMI cada tres meses.
Guzmán ha acordado con los negociadores del organismo una larga serie de mecanismos que dejan entrever una exigente estructura de control y supervisión, una especie de garantía de cogobierno de aquí en adelante con la Casa Rosada.
Sabido es que el programa se supervisará mediante revisiones trimestrales y acciones previas. Pero el dato que hasta ahora no se tenía presente es que habrá “criterios de rendimiento cuantitativos, objetivos indicativos y puntos de referencia estructurales”.
En el marco de los objetivos fiscales anunciados, el Gobierno se comprometerá a cuidar un “piso” del saldo primario que será acumulativo, pero también sujeto a ajustes por gasto de capital y social. También se comprometerá a no acumular “atrasos” en pagos de deuda externa.
Otros detalles sobre el acuerdo incluye un anexo que será enviado al Congreso: en ese anexo dirá que le solicita al FMI la friolera de u$s 44.807 millones en el equivalente a Derechos Especiales de Giro (DEG), muy cerca del 1.000% de la cuota que le corresponde a la Argentina en el organismo. El compromiso que tomará Guzmán es por 30 meses en el marco de un Acuerdo de Facilidades Extendidas con “acceso excepcional”.
De esa manera, dice el ministro, podrá satisfacer las grandes necesidades de balanza de pagos, reforzar la posición de reservas y fortalecer la estabilidad macroeconómica. Con este acuerdo (con este dinero prestado) el Gobierno señala que cubriría las obligaciones de recompra restantes en el marco del Acuerdo Stand By de 2018. Además, Guzmán pedirá una financiación adicional de u$s 4.000 millones para estabilizar los niveles muy bajos de las reservas internacionales.
Así, y antes de que tenga lugar el vencimiento de u$s 2.800 millones el próximo 22 de marzo, Economía pediría que el Fondo haga ese desembolso junto a los u$s 4.000 millones para poder obtener un efecto “confianza” en el BCRA.
En las negociaciones, aún prevalecen diferencias técnicas, por lo cual mañana no habría anunciado formal del Staff Agreement.
Fuente: Ámbito