Además de su destacado aroma ofrece un valor para sus productores: un kilo de azafrán está valuado en un millón de pesos y esto no sólo se debe a su valor a nivel mundial sino también a su producción artesanal. El azafrán, un producto para exportar.
El «oro rojo», así lo llaman al producto que entusiasma y promete buenos rendimientos para sus productores. Se trata del azafrán, un producto que además de su destacado aroma ofrece un valor para sus productores: un kilo de azafrán está valuado en un millón de pesos y esto no sólo se debe a su valor a nivel mundial sino también a su producción artesanal. Para un solo kilo, hacen falta 150 mil flores en donde cada flor es cosechada y controlada a mano. ¿De qué se trata?
Un informe realizado por Luciana M Poggi y José A Portela titulado «Recomendaciones para la producción de azafrán» brindó información sobre este particular producto. Según dieron a conocer, el cultivo de azafrán ingresó en la Argentina con las inmigraciones españolas e italianas del siglo pasado y se ha sabido adaptar a la región cultivándose en los valles andinos desde Jujuy hasta la provincia de Neuquén. La producción «es incipiente» por sus particularidades: los sistemas de producción son familiares y de forma artesanal.
Si bien no es un cultivo que genera grandes rentabilidades para ser el producto principal a exportar, sí se considera que tendrá un amplio desarrollo a futuro.
El cultivo tiene ciertas particularidades: se realiza en el otoño-invierno-primavera, época de escasa actividad agrícola, las plantas requieren suelos de mediana fertilidad y exige bajos requerimientos. Otra de las particularidades es que las labores culturales pueden efectuarse con herramientas simples y comunes y requiere pocos insumos químicos. Además, escapa a los daños climáticos y se puede convertir en un producto perecedero por su proceso de deshidratado.
Según da cuenta el informe, la Argentina no es un país que consume este tipo de productos muy asiduamente. La demanda que hay para las hebras de alta calidad proviene de la gastronomía, de restaurantes que ofrecen platos con estilo mediterráneo, donde el azafrán es un aliado de la mesa. Sin embargo, este producto también tiene otro destino poco conocido, pero con mucha más demanda en el país: la industria licorera. Se utiliza para la elaboración del fernet. Ese sector compra entre 2000 y 2500 kilos de azafrán al año, que llegan a la Argentina desde Irán, país que produce alrededor de 295 toneladas anuales de las 300 toneladas que se producen en el mundo.
Hoy en día dos de las provincias que más cultivan este «oro rojo» son Mendoza y Córdoba. En Córdoba, más particularmente en Villa General Belgrano, se puede visitar el campo del «oro rojo» llamado Azafrán Mediterráneo. Azafrán Mediterráneo se convirtió en una verdadera empresa que exporta sus productos a todo el mundo. Uno de sus compradores es el emir de los Emiratos Árabes Unidos que contactó a Azafrán Mediterráneo para poder tener su propio negocio. Ellos le producen no sólo el ingrediente, sino también las cajitas metálicas en las que viaja el producto. La misma empresa ya tiene 12 campos en toda la Argentina y además de la gastronomía, también impacta la posibilidad de utilizarse para la fabricación de perfumes.
Según informó Agrofy, también es cosechado en Mendoza, una de las pocas provincias del país donde se siembra y cultiva actualmente el azafrán, hay alrededor de 50 productores que se dedican minuciosamente a este sistema de producción de agricultura familiar. A través de distintos canales de venta comenzaron a comercializar el producto con su marca y este año hicieron la primera exportación a Estados Unidos. Un producto que sin dudas, hay que tener en cuenta.
Fuente: Ámbito