El delantero se contactó con parte de su entorno y familiares confirmaron que se encuentra bien. Su psicólogo denunció falta de acompañamiento del club santafesino ante sus problemas personales.
Este lunes, el BMW que utilizaba apareció abandonado con los vidrios rotos y sin las ruedas en el barrio santafesino Alto de Noguera. En febrero, Fernández había sido reincorporado a Colón tras el episodio que protagonizó en octubre pasado, cuando fue detenido y hospitalizado por arrojar piedras contra un colectivo en un brote psicótico.
Luego de un tratamiento por consumo problemático, la comisión directiva del club decidió volver a confiar en él y le firmó contrato hasta junio. Sin embargo, el futbolista faltó a dos prácticas sin avisar y el entrenador, Néstor Gorosito, lo marginó del plantel profesional.
En una conferencia de prensa, Gorosito había contado en su momento porqué tomó la decisión de separarlo del plantel. «Le dije que le daba una oportunidad y le di dos… ya está. Tiene que hablar con la gente del club para ver cómo sigue. Yo no soy psicólogo, le tengo que dar prioridad al grupo porque para mí son todos iguales. Ya le pasó muchas veces. Hablé con él. Le hablé como si fuera mi hijo, un pibe de barrio, un pariente mío, pero es tema de él. Tiene que hablar con un psiquiatra o un psicólogo», explicó.
Por su parte, Osvaldo Chiarlo, psicólogo del jugador, lamentó en ese momento la decisión del club y advirtió sobre la forma problemática de tratar las adicciones en el deporte. “Colón y Gorosito terminaron de soltarle la mano a Brian. Como sociedad estamos totalmente inmaduros, somos unos caretas. Brian nos enseña lo que sucede en el 90% de las personas que vivimos en esta cultura consumista y en el fútbol”, dijo en diálogo con Radio EME FM 96.3.