En plena tarea de armado en el departamento La Paz, territorio importantísimo ya que electoralmente hablando ocupa el quinto lugar de los 17 que representan la totalidad de la provincia, el ex ministro del macrismo ya cerró un nuevo lugar en su tablero y jugará con José Luis Guillig el municipio de Bovril con la posibilidad de una reelección para su candidato.

Bovril viene siendo conducido por el radicalismo hace más de una década y la alianza dentro de JxC, le ha garantizado imponerse ante un peronismo que no logra recuperarse e insiste en un destructivo esparcimiento de dirigentes.
En el proceso de las última elección, la mayoría de los agrupamiento que integran el FdT, tenían poca esperanza de recuperar el poder local desde el momento en que supieron que Edgardo «turco» Kueider se presentó como armador. Más aún se afirmaron en ese desánimo al enterarse que Kueider se reunía primero con la gente del macrismo y luego con las líneas interesadas del PJ. Modo de operar políticamente que se repitió en la ciudad cabecera, La Paz.
La lógica de ahora senador nacional Kueider y respondiendo al mandado de su jefe político fue, no romper con quienes tenían los votos y acordar para que el candidato a gobernador pueda recabar votos de todos lados y no solamente del peronismo, porque, cómo ya se sabe, solo con eso no alcanza.
La tarea fue imitada en toda la provincia, por eso Bordet ganaba suben distrito donde sus candidatos a intendente perdían.
Amor más fuerte
En la definición de Frigerio por la reelección de Guillig, para competir en Bovril, busca no solo continuar sosteniendo esa localidad bajo el poder de JxC, sino además, estar seguros que no se quiebre, que no se doble pero tampoco se corte. Haciendo clara mención a la boleta completa. Sin ningún Kueider que caiga repentinamente a esos acuerdos poco claros.
Con foto lista
El acuerdo de Frigerio con José Guillig ha avanzado tanto que, asegura su entorno que ya se están armando los book de fotos que formarían parte de la campaña.